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NUEVA YORK — La incertidumbre respecto a los aranceles y una guerra comercial volátil perjudican seriamente a las empresas, que reportan sus últimos resultados financieros e intentan ofrecer previsiones financieras a sus inversores.
Algunos aranceles sobre importantes socios comerciales de Estados Unidos siguen en vigor, pero otros se han aplazado para dar tiempo a las naciones a negociar. El panorama de los gravámenes de importación y el comercio ha fluctuado durante meses, a veces drásticamente en un solo día. Dichos cambios dificultan que empresas e inversores hagan una evaluación fiable del impacto en los costes y las ventas.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que prevé una “desescalada” en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, aunque advirtió que las conversaciones formales aún no han comenzado.
Así es como diversas grandes empresas se enfrentan a la confusión arancelaria:
Tesla está en una mejor situación que la mayoría de las compañías automotrices para afrontar los aranceles porque fabrica la mayor parte de sus coches en Estados Unidos. Sin embargo, obtiene materiales de otras naciones y sufrirá impuestos de importación.
El mayor impacto se notará en el negocio energético de la compañía. La empresa manifestó que el efecto será “desproporcionado” dado que obtiene celdas de baterías de litio-ferrofosfato de China.
La guerra comercial en general también podría perjudicar a la empresa, puesto que China, el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo, ha tomado represalias contra Estados Unidos. A principios de este mes, Tesla tuvo que dejar de aceptar pedidos de clientes del continente para dos modelos, el Model S y el Model X. La empresa fabrica el Model Y y el Model 3 para el mercado chino en su fábrica de Shanghái.
El CEO Elon Musk, miembro del gobierno del presidente Donald Trump, reiteró el martes que cree que “los aranceles más bajos son generalmente una buena idea para la prosperidad”. Pero añadió que, en última instancia, el presidente es quien decide qué aranceles imponer.
El fabricante de pinturas y recubrimientos para uso industrial y comercial con sede en Ámsterdam, explicó que el gran riesgo de los aranceles podría materializarse en una menor demanda de sus productos.
La empresa señaló que casi todas las ventas de productos terminados en Estados Unidos se producen en el país, y la mayoría de las materias primas se obtienen localmente.
“Con el paso de los años, situamos intencionadamente nuestra adquisición y nuestra producción en Estados Unidos”, afirmó el CEO Gregoire Poux-Guillaume, en una conferencia telefónica con analistas. “También operamos en gran medida China para China y utilizamos el resto de Asia como base de exportación”.
Los productos de la empresa van desde pinturas y recubrimientos para la industria automotriz hasta productos para aficionados al bricolaje. Unos aranceles más amplios podrían presionar a los consumidores y empresas y afectar a las ventas.
El fabricante de dispositivos médicos dijo que anticipa que la mayor parte de los efectos de los aranceles afectarán a la empresa durante la segunda mitad del año, pero que puede absorber el impacto.
La compañía elevó sus pronósticos de ganancias e ingresos para el año, pese a los aranceles. Calcula un impacto de 200 millones de dólares por aranceles en 2025, pero dijo que puede compensarlo con mayores ventas y recortes en el gasto discrecional.
La empresa indicó que posee una cadena de suministro consolidada a nivel mundial y ha realizado inversiones importantes en Estados Unidos.