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De acuerdo con investigaciones publicadas en la ‘American Urological Association (Sociedad Americana de Urología)’, en climas cálidos, las mujeres afrontan un mayor peligro de deshidratación, lo cual reduce la diuresis. Esto retarda la expulsión de bacterias del tracto urinario.
A diario aumenta la curiosidad de diversos pacientes sobre el motivo de la presencia de mujeres en la sala de espera para consultar al urólogo, ya que normalmente los hombres son quienes buscan la atención de estos especialistas.
No obstante, la visita de ellas es más común de lo que se creería, pues, al igual que los hombres, disponen de un sistema urinario y suelo pélvico. Las enfermedades que afectan estos órganos también deben ser atendidas por un urólogo, de manera que, la frecuencia con que acuden a estos servicios es significativa.
En vista de esto, se entrevistó al urólogo Robert Mejía Castillo, a quien se le plantearon algunas preguntas al respecto.
Infecciones urinarias repetitivas, vejiga hiperactiva, incontinencia urinaria, cálculos renales, prolapso o “descenso de vejiga” y fístulas vesico-vaginales.
No hay una edad precisa, la mujer debe acudir en busca de un urólogo desde que sienta molestias o señales relacionadas, pudiendo manifestarse incluso desde la niñez.
Conforme a estudios publicados en la ‘American Urological Association (Sociedad Americana de Urología)’, en climas calurosos la mujer está sujeta a un mayor riesgo de deshidratación, que reduce la diuresis, lo que frena la eliminación de bacterias del tracto urinario y concentra más la orina, incrementando la posibilidad de sufrir infecciones en las vías urinarias.
Las consecuencias de no buscar asistencia médica pueden ser más severas con el tiempo, debido al aumento de la cronicidad de las enfermedades si no se tratan a tiempo o no se toman las medidas preventivas que se obtienen en la consulta con el urólogo. Son muchas las condiciones que se pueden tratar y/o evitar con la primera visita urológica.
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