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El inmortal de Cooperstown, David Ortiz, le recomendó a su compatriota Rafael Devers, de Boston, dejar su orgullo a un lado y actuar en beneficio de los Medias Rojas en el debate sobre jugar en la primera base. “Cuando eres la estrella del equipo, el jugador al que la organización recurre, hay veces en las que hay que olvidarse del ego”, declaró Ortiz en una entrevista el lunes pasado en Mega 97.9, una emisora de radio neoyorquina enfocada en merengue y salsa.
Ortiz y Devers mantienen una relación muy cercana. Incluso cuando Devers tuvo problemas al inicio de su primera temporada como bateador designado, se le sugirió conversar con Ortiz, quien posee una sabiduría que transmitirle a Devers, desde el que fuera la cara de los Medias Rojas hasta la actual.
David ha aconsejado a Devers, también dominicano, a lo largo de su carrera en las Grandes Ligas y lo ha apoyado en su transición a bateador designado durante los entrenamientos de primavera. Recientemente, se le propuso a Devers ocupar la primera base tras la lesión de rodilla que marginó a Triston Casas por el resto de la temporada, a lo que se negó tajantemente.
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La controversia sobre este segundo cambio de posición de Devers se intensificó cuando el dueño principal de los Medias Rojas, John Henry, viajó para reunirse con él en Kansas City.
Ortiz volvió a referirse a la necesidad de que Devers controlara su ego por el bien del equipo, después de que inicialmente se negara a jugar en la tercera base para acomodar a Alex Bregman en el plantel.
Ortiz reiteró su postura sobre la necesidad de que Devers se sobrepusiera a su orgullo para favorecer al equipo, tras su negativa inicial a desplazarse a la tercera base para darle cabida a Alex Bregman en el equipo. Finalmente, aceptó ser bateador designado, pero la solicitud de la directiva para que volviera a tomar el guante se percibe diferente y desesperada tras todo lo que se dijo para convencerlo de aceptar su primer cambio de posición de este año.
Independientemente de la postura de Boston, Ortiz es la persona idónea para hablar con Devers en esta situación. Ortiz es mayormente reconocido por su labor como bateador designado de los Medias Rojas, pero jugó en la primera base 278 veces durante su carrera de Salón de la Fama. Su desempeño no fue perfecto, cometiendo 22 errores en el campo, aunque es seguro decir que nadie recuerda a Ortiz por su trabajo en la defensa.
Devers se siente perjudicado por la directiva, y tiene sus razones: Craig Breslow y compañía debieron haber manejado la llegada de Bregman y su cambio inicial de posición con mayor honestidad.
Pero la temporada pasada, Devers solicitó a la directiva que contratara a más jugadores para fortalecer la alineación a su alrededor, y el equipo cumplió la promesa fichando a Bregman.
Muchos reporteros y analistas opinan que Devers, tarde o temprano, empezará a recibir roletazos para jugar en la primera base de Boston.
Esto sería lo más beneficioso para el equipo, ya que liberaría el puesto de bateador designado para Masataka Yoshida y daría más flexibilidad en los jardines para llamar a Roman Anthony. Devers hizo lo correcto al convertirse en bateador designado este año y, con suerte, Ortiz y otros jugadores lo persuadirán de tomar la misma decisión.
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