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Entre sus beneficios notables se encuentra su rol en la disminución del colesterol “malo” (LDL) y su contribución a la reducción de grasa abdominal, debido a su bajo aporte calórico y abundante fibra.
Este vegetal alberga un antioxidante llamado sulforafano, el cual puede potenciar la capacidad del hígado para eliminar toxinas, incluyendo el colesterol. Adicionalmente, su fibra soluble actúa como una “esponja” en el sistema digestivo, atrapando el colesterol y disminuyendo su absorción en el organismo. Investigaciones científicas sugieren que la ingesta frecuente de brócoli y sus derivados puede promover un perfil lipídico más favorable.
Su escaso aporte calórico, combinado con su alto contenido de agua y fibra, puede ayudar a generar una sensación de saciedad. – (Imagen Ilustrativa Infobae).
Dado su bajo índice calórico y alta concentración de fibra, el jugo de brócoli puede brindar una sensación de saciedad prolongada.
Asimismo, los compuestos bioactivos del brócoli promueven la regulación de las hormonas del estrés (como el cortisol), vinculadas con la acumulación de grasa en la zona abdominal. De esta manera, consumir este jugo de manera habitual puede complementar planes de pérdida de peso.
Por otro lado, esta bebida es rica en vitamina C, crucial para fortalecer el sistema inmunológico y combatir infecciones. Esto resulta ventajoso para mantener el cuerpo en óptimas condiciones mientras se busca un cambio en la salud metabólica. Contiene también compuestos como los glucosinolatos, que podrían poseer propiedades anticancerígenas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Se aconseja consumir este jugo por la mañana, en ayunas, o como parte de un desayuno balanceado para maximizar sus beneficios. Al incluirlo en una dieta equilibrada, junto con ejercicio regular, se pueden obtener resultados más efectivos.
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