Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La Marina de EE.UU. sufrió la pérdida de otro caza F/A-18F Super Hornet en el mar Rojo, después de que la aeronave no lograra frenar al aterrizar en el portaaviones USS Harry S. Truman. El avión, valorado en 67 millones de dólares, se hundió en el agua con ambos tripulantes con heridas leves.
Este incidente se añade a una serie de fallos recientes en el mismo portaaviones, incluyendo otra caída de un caza en abril y una colisión en el mar Mediterráneo en febrero de este año. En total, el Truman ha registrado cuatro emergencias graves en menos de seis meses, lo que levanta serias dudas sobre la seguridad y eficiencia de sus operaciones.
El Departamento de Defensa ya inició una investigación formal, centrada en detectar posibles patrones o fallas sistemáticas en los procedimientos del portaaviones. Según el informe, se examinarán tanto las condiciones técnicas de la nave como los protocolos de coordinación aérea y marítima.
En diciembre del año pasado, otro caza se precipitó al mar tras recibir fuego accidental de una unidad aliada, lo que reveló problemas críticos en los sistemas de comunicación y logística de la flota estadounidense desplegada en zonas de conflicto.
El pasado 28 de abril, fuerzas hutíes de Yemen lanzaron misiles de crucero, drones y proyectiles balísticos contra el portaaviones Truman y sus unidades de apoyo, como respuesta directa a la participación militar de EE.UU. en el asedio sobre Yemen.
También puedes leer: Franja de Gaza: al menos 66,000 niñas y niños padecen desnutrición por bloqueo israelí.
Las repetidas fallas militares podrían estar debilitando la ya tensa posición de Washington en el mar Rojo, especialmente ante la presión de actores como las fuerzas yemeníes, que denuncian los bombardeos y bloqueos contra su población.
Agregar Comentario