Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Digitalizarse o sucumbir. Este parece ser el nuevo estribillo de las compañías. En una era marcada por la tecnología y las nuevas herramientas que se desarrollan a su alrededor, la llave digital es ya indispensable para las pequeñas y medianas empresas españolas, pues les puede permitir acceder a nuevos mercados. España lidera el crecimiento del comercio electrónico en Europa, ya que el 33% de las firmas españolas vendió online en 2022, cifra que sobrepasa la media de la Unión Europea, donde solo un 20% lo hace. En general, las ventas electrónicas se han elevado más de un 250%, pasando de representar 9.000 millones de euros en 2014 hasta los 32.000 millones en el 2022. Asimismo, el 16% del comercio español se realiza por vía digital (el 11% se comercializa en otros países de la UE y el 5% en mercados extracomunitarios).
Según el Libro Blanco del Comercio Electrónico Transfronterizo, la digitalización de las ventas se ha convertido en una herramienta esencial para la competitividad internacional de las pymes. Sin embargo, a pesar del progreso, el comercio electrónico transfronterizo sigue estando poco explotado por parte de las pymes. De hecho, a día de hoy, solo el 9% de ellas exporta a través de canales digitales. A pesar de esto, muchas de las empresas que todavía no venden online reconocen la necesidad de hacerlo en el corto plazo, y se estima que un 18,6% de ellas iniciará su actividad digital internacional en los próximos dos años. Mientras tanto, las grandes empresas siguen dominando el comercio electrónico, representando el 80% del total de las ventas digitales.
Las pymes tienen todavía por delante muchos desafíos, pero el proceso de digitalización va mucho más allá e involucra a cualquier empresa. La tecnología permite la internacionalización gracias a herramientas como una página web, una app móvil, una tienda online, la presencia en marketplaces o la implementación de soluciones ERP, CRM, computación en la nube o ciberseguridad. Este tipo de recursos están al alcance también de las pymes españolas, las cuales son las responsables del 42% de las exportaciones nacionales, superando la media europea del 39% según un estudio del Banco Europeo de Inversiones en colaboración con COTEC y la consultora Oliver Wyman. Sin embargo, a pesar del potencial, el informe demuestra que solo el 27% de las pymes venden a través de Internet, y eso que casi ocho de cada diez tienen una página web activa.
Ahora bien, la transformación digital va más allá de adoptar las nuevas herramientas, pues implica una reestructuración de la cultura y en la forma en la que operan las compañías y cómo se relacionan con sus clientes, que pueden ser tanto locales como internacionales. En este sentido las startups juegan con ventaja, ya que nacen con este ADN digital, con una base innovadora y tecnológica. Además, muchas de ellas tienen una vocación global desde el principio: son las llamadas Born Global, como apuntan desde el ICEX. Sin embargo, no son las únicas capaces de internacionalizarse apoyadas en la digitalización.
Tras la pandemia
No cabe duda de que la pandemia trajo consigo una aceleración de la digitalización. Así, el informe Economía Digital en España 2023, elaborado por Adigital, alega que el grado de digitalización de las empresas españolas alcanza el 22,6%, lo que representa un volumen económico de 170.000 millones de euros. Si bien es cierto que puede parecer un porcentaje menor, desde el ICEX decretan que el “interés de acometer proyectos digitales es creciente”. Siguiendo esta línea, el Barómetro sobre la Transformación Digital en España y Latinoamérica, desarrollado por Inesdi, indica que el 85% de las empresas españolas ya están inmersas en procesos de digitalización, una cifra superior al promedio latinoamericano (71%). Además, el 64% de las marcas en España prevé iniciar nuevos proyectos en este ámbito en el presente año.
El nivel de digitalización depende del tamaño de la empresa y el sector. Según el informe Tecnologías Digitales en la Empresa 2023 del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), los sectores más digitalizados son los de información, tecnologías de la información y alojamiento, aunque existe una gran diferencia entre pymes y grandes compañías, especialmente en sectores industriales como la automoción, la química o la fabricación de electrodomésticos.
De cara a 2030, y según marca el Itinerario Digital Europeo, el 75% de las empresas de la Unión Europea deben tener integrado tecnologías claves como son, por ejemplo, la computación en la nube, la Inteligencia Artificial (IA) o el análisis de big data. Asimismo, nueve de cada diez pymes tienen que tener un nivel mínimo de digitalización. Si se pone el foco en España, los últimos informes apuntan a que un 31,8% de las empresas españolas utilizan la nube, un 13,9% trabajan con macrodatos y un 11,8% emplean inteligencia artificial. Estas cifras sitúan al país en un punto intermedio respecto a los objetivos fijados por el gobierno para 2025, que prevén alcanzar un 25% en el desarrollo de estas dos últimas áreas en ese plazo. En particular, la capacitación de inteligencias virtuales y su integración en los procesos empresariales se encuentra en un nivel avanzado de la transformación digital.
El ‘Kit Digital’
De la misma forma, la Agenda España Digital 2026, marca la hoja de ruta de un ambicioso plan que cuenta con una inversión de 5.400 millones de euros, provenientes de los fondos Next Generation, a través del programa Horizonte Europa. Entre las acciones más destacadas que se están llevando a cabo está el Plan de Digitalización de la Pyme 2021-2025, junto con diversas iniciativas públicas, como los bonos destinados a la adquisición de aplicaciones a través del programa Kit Digital.
Pero, ¿qué es el Kit Digital? Es un programa de ayudas impulsado por el Gobierno — y gestionado por Red.es — y que cuenta con un presupuesto de 3.067 millones de euros. Surge con el objetivo de ayudar en el proceso de digitalización de autónomos, microempresas y pymes con menos de 50 trabajadores. Hasta el momento, cerca de 250.000 empresas se han beneficiado de estas ayudas, recibiendo importes de 2.000, 6.000 o 12.000 euros dependiendo del tamaño. A esta ayuda se la conoce como “bono digital” y puede destinarse a una o varias de las 12 categorías, que van desde la creación de sitios web y la gestión de redes sociales hasta el comercio electrónico, la ciberseguridad o el uso de herramientas de oficina virtual, entre otras.
Teniendo en cuenta los datos de Red.es, las soluciones más demandadas por los beneficiarios incluyen el desarrollo de presencia online, la gestión de procesos, el marketing digital y la relación con los clientes. Ahora bien, es interesante destacar un patrón que varía según el tamaño de la empresa, pues mientras que las pymes de mayor envergadura priorizan herramientas de automatización y optimización de procesos, las más pequeñas centran su inversión en ganar visibilidad a través de la creación de páginas web y la gestión de redes sociales.
Agentes digitalizadores
Asimismo, es importante destacar que la implementación de estas soluciones solo puede realizarse a través de los conocidos como agentes digitalizadores, empresas homologadas por el programa y encargadas de llevar a cabo las transformaciones digitales. Son, además, quienes perciben directamente los fondos, una vez demostrada la correcta ejecución del servicio contratado.
Más allá de este Kit Digital, a las compañías españolas todavía les queda mucho camino por recorrer. Tal y como refleja el informe elaborado por el ONTSI ya mencionado, un 11,8% de las empresas españolas ya utiliza Inteligencia Artificial, lo que supone un avance del 3,5% si se compara con el año anterior. En el caso de la robótica, es algo menos, ya que solo un 7,8% de las firmas lo han puesto en marcha, aunque esta cifra asciende al 19,9% en compañías de gran tamaño.
El Kit Digital no solo refleja el compromiso institucional con la transformación digital, sino también el avance progresivo de la cultura tecnológica en las pymes españolas, un factor determinante para su competitividad en los mercados globales. De hecho, como explican desde Red.es, “apostar por la innovación de productos y servicios a través de la digitalización es el último escalón de una evolución que ya es visible en nuestro día a día”.
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