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Fomentando valores con el “Pegao de Dios”

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Producción que define un rápido testimonio de fe, radiografía de un alma bajo la dirección del Espíritu Santo, que busca y encuentra lazos con su creador.

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La producción, con video animado, impulsa el regocijo en la fe. Enrique Féliz sorprende una vez más. Siempre tiene un as bajo la manga. Ahora comparte el merengue “Pegao de Dios”, una colaboración con José Virgilio Peña Suazo que promueve el rescate, la acentuación de la esperanza y la solidaridad, valores en crisis en una sociedad de prisas, egoísmos, temores y terrores. Producción que define un rápido testimonio de fe, radiografía de un alma bajo la dirección del Espíritu Santo, que busca y encuentra lazos con su creador. Al cantante secular aclara que lo invitó porque lo siente una extensión de los principios que persigue y predica, ferviente abanderado de las bienaventuranzas, “lo que plasmó bien en su éxito ‘Yo sé que Dios me tiene a mí lo mío'”. ¡Ojo! enfatiza que no haga vida comunitaria en una congregación no le resta que es un creyente y suelta una hilera más de elogios “hombre de bien, afable, altruista, empático, trabajador, que comunica la alegría y el gozo que a muchos cristianos les falta”. Muy firme, Feliz proclama “el simple hecho de ser música con criterio, de calidad, ya es de por sí un gran aporte, es arte, cultura que nos humaniza, nos anima, nos alegra, nos genera ese estado de gozo y bienestar tan necesario para compensar las presiones del diario vivir”. Pide sumar la virtud agregada de la creencia que pregona esta canción, que asegura es herramienta eficaz para evangelizar, para promover la cristiandad que representa el real contrapeso a toda esa avalancha de antivalores asfixiantes y desafiantes. Del impacto de los cantantes cristianos en la mejora de su entorno, indica que no dependerá de su fama o éxito. Lo que transmiten con su trabajo, con su comportamiento, con sus conceptos, es ese extra que expande su influencia, tanto fuera como dentro de la iglesia. Así, plantea que lo correcto no es asumirme artista cristiano, sino cristiano artista y esto, claro, lleva a las puertas de una multiplicidad de interpretaciones, como los cuentos de final abierto. De la unión con músicos seculares, no cree sea anzuelo para vender, para llamar la atención, pues, afirma, las más icónicas piezas cristianas de antes y de ahora, no lo han precisado, aunque admite que una sabia selección de esos aportes, suma, facilita que esa música influencie en otro público. “Además, el factor clave aquí no está tanto en quién sea la contraparte, sino en la calidad del tema, que de por sí conecte y cautive al oyente, aún quien la interprete sea un artista poco conocido”, manifiesta. Este cantautor entona una contundente aseveración, que el radio de acción de la doctrina que profesa es amplio y lleno de altos y maravillosos beneficios, disponibles para todo aquel que sintonice la frecuencia del dios misericordioso de justicia y amor.

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