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Francia. – La justicia francesa sentenció este miércoles al ex cirujano Joël Le Scouarnec a la pena máxima de 20 años de cárcel por violar o agredir sexualmente a 299 pacientes, la mayoría de ellos menores de edad.
El juicio, iniciado en febrero, conmocionó al país, meses después de otro caso “fuera de lo común”: el de las violaciones en serie a Gisèle Pelicot, que terminó con 51 hombres condenados.
“Se tuvo en cuenta que los hechos cometidos eran especialmente graves por la cantidad de víctimas, su corta edad y el carácter compulsivo” del acusado, indicó la presidenta del tribunal de Vannes, Aude Buresi, al leer el veredicto.
Luego de que se comunicara el fallo, uno de los abogados del ex cirujano, Maxime Tessier, indicó que su cliente no apelará y que “nunca tuvo intención” de hacerlo.
La fiscalía había solicitado 20 años de prisión contra este “diablo” de “bata blanca” y otras medidas menos usuales, como su reclusión en un centro para su tratamiento y vigilancia tras cumplir la condena.
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Pero el tribunal de esta ciudad del oeste de Francia le impuso una condena más leve, al subrayar su “voluntad de reparación” y su edad. El hombre de 74 años podrá solicitar la libertad condicional al cumplir dos tercios de la pena de 20 años.
La justicia también le impuso un seguimiento socio-judicial durante 15 años que incluye, en particular, someterse a tratamiento y una prohibición definitiva de ejercer una profesión médica o una actividad en contacto con menores.
El veredicto fue recibido con gritos de “¡Qué vergüenza de justicia!” en la sala de retransmisión reservada a las víctimas.
Algunas, que se concentraron frente al tribunal, se abrazaron, llorando. “Qué decepción”, comentó Manon Lemoine, portavoz de un colectivo de víctimas de Joël Le Scouarnec, ante la prensa.
Otra víctima, Amélie Lévêque, se dijo “humillada por este veredicto”.
Joël Le Scouarnec reconoció durante el juicio su culpabilidad en todos los actos cometidos en hospitales entre 1989 y 2014. En aquel entonces, 256 de estos pacientes tenían menos de 15 años.
El tribunal lo juzgó por 111 violaciones y 189 agresiones sexuales. Pero, durante el proceso, reconoció otros “abusos sexuales” sobre su nieta y se declaró responsable del suicidio de dos de sus víctimas.
El ex cirujano cumple 15 años de prisión desde 2020 por violaciones o agresiones sexuales contra dos sobrinas, una joven paciente en los 1990 y una vecina suya de 6 años en Jonzac en 2017.
A raíz de la denuncia de esta última, los investigadores descubrieron en casa del acusado “cuadernos” donde apuntaba con detalle sus agresiones, miles de imágenes de pornografía infantil y decenas de muñecas, entre otros objetos.
El 20 de marzo, la fiscalía anunció la apertura de una nueva investigación sobre “víctimas no identificadas o recién declaradas” del ex cirujano.
Le Scouarnec nació en París de padre ebanista y madre conserje. El mayor de tres hermanos era un alumno muy brillante, más bien solitario, que soñaba con ser cirujano, algo que logró en los años 1980.
Se casó y tuvo tres hijos entre 1980 y 1987. Pero bajo la imagen de una familia sin problemas, la relación del matrimonio fue cada vez más tensa a medida que se incrementaban las tendencias pedófilas del médico.
“Este señor es un enigma”, dijo al tribunal Jean-Jacques Dumond, uno de los psiquiatras que lo examinaron y que no encontraron la causa de su pedofilia. Su “peligrosidad es muy grande”, agregó su colega Isabelle Alamone.
La justicia lo descubrió en 2004. Su tarjeta bancaria, que usaba para acceder a sitios de pornografía infantil, lo delató y un tribunal de Vannes lo condenó en 2005 a cuatro meses de prisión, con suspensión de pena.
Esta condena por posesión de imágenes de pornografía infantil no le impidió seguir con su carrera de cirujano en varios hospitales hasta 2017, cuando se jubiló.
Los meses de audiencias estuvieron marcados por el horror ante los actos del ex médico y por la frustración de las víctimas ante la falta de actuación de las autoridades médicas y judiciales.
Un colectivo de víctimas, que denunció el “silencio político” durante el juicio, anunció una reunión el 11 de junio con el ministro de Salud, Yannick Neuder.
Este último prometió en la radio France Info trabajar para evitar que se repitan este tipo de hechos. “¿Cómo pudimos llegar a una situación como esta?”, se preguntó.
El proceso se vio ensombrecido por las acusaciones contra el primer ministro, François Bayrou, por supuestamente haber encubierto casos de violencia en un colegio católico, algo que él niega.
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