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WASHINGTON. — Con posturas encontradas, la Corte Suprema de EE. UU. inició el debate sobre la prohibición del presidente Donald Trump de la ciudadanía por nacimiento.
El juez conservador Samuel Alito consideró que las decisiones judiciales a nivel nacional plantean un “problema práctico” debido a que hay cientos de jueces de tribunales de distrito y todos están “seguros de estar en lo correcto”.
El 20 de enero, día de su toma de posesión, Trump firmó uno de sus decretos más criticados y por el cual ya existe una intensa batalla judicial.
Su propósito es negar ese derecho a los hijos de inmigrantes indocumentados o con estatus de residencia temporal, como asilo o visas.
El decreto de Trump fue impugnado y suspendido por tribunales de Maryland, Massachusetts y Washington, que lo consideran inconstitucional.
Ante esta situación, el gobierno republicano presentó un recurso de emergencia ante la Corte Suprema.
“Los tribunales han emitido 40 medidas cautelares de alcance universal contra el gobierno federal”, afirmó John Sauer, asesor jurídico de la administración, quien argumentó a favor de Trump en la audiencia judicial.
“Las medidas cautelares universales exceden la facultad judicial y perturban el delicado equilibrio constitucional de la separación de poderes”, añadió.
Las comparó con un “arma nuclear” que restringe al presidente.
Sin embargo, evitó argumentar a favor o en contra del fondo del asunto, es decir, del derecho a la ciudadanía.
Al respecto, la magistrada progresista Ketanji Brown Jackson advirtió sobre el riesgo de convertir el sistema judicial “en un régimen de ‘atrápame si puedes'” donde “todos tienen que tener un abogado y presentar una demanda para que el gobierno deje de violar los derechos de las personas”.
Jeremy Feigenbaum, el procurador general de Nueva Jersey, uno de los 23 estados que han presentado demandas contra el intento de Trump de terminar con la ciudadanía por nacimiento, reconoció problemas con las órdenes judiciales universales, pero afirmó que hay “una base extraordinaria para esta”.
Permitir decisiones judiciales separadas sobre el tema en diferentes estados llevaría a un “caos en el terreno donde la ciudadanía de las personas se enciende y se apaga al cruzar las fronteras estatales”, opinó Feigenbaum.
En un mensaje en su red social Truth Social, Trump instó a la Corte Suprema a fallar a su favor.
“La ciudadanía por nacimiento no estaba destinada a personas que toman vacaciones para convertirse en ciudadanos permanentes de Estados Unidos de América, y traen a sus familias con ellos, riéndose todo el tiempo de lo ‘tontos’ que somos”, dijo el mandatario.
En 1898 la Corte Suprema descartó que pueda aplicarse una definición tan restrictiva en este caso.
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