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Como pronosticamos en nuestra edición del 5 de este mes, la reunión de mayo de la Reserva Federal no sería la que diera inicio a un descenso de los tipos, sino la que extendería la pausa a los primeros cinco meses del año. Y algo similar habíamos previsto para la reunión de finales del presente mes del Banco Central de la República Dominicana, con el mismo fin, lo cual reiteramos.
Efectivamente, la Reserva Federal (Fed) estadounidense optó por no precipitarse en la reducción de los tipos de interés, manteniéndolos en su rango actual del 4,25% al 4,5%, no sin advertir sobre el aumento de los riesgos de una mayor inflación y desempleo en el país.
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Se anticipa que la próxima bajada en el precio del dinero no ocurrirá en junio, sino en julio, cuando ya habrá nuevas novedades sobre la política arancelaria de la Casa Blanca, al concluir la prórroga de 90 días de los aranceles que Trump anunció el 9 de abril.
En resumen, el tono de la Reserva Federal parece un poco más agresivo, pero más inclinado a una pausa prolongada que a una posible subida.
Sin embargo, la menor confianza en el impulso económico ha sido contrarrestada por la fortaleza del mercado laboral, con la generación de 177.000 empleos por parte de la economía estadounidense en abril, mientras los economistas esperaban la creación de unos 135.000 puestos de trabajo.
En definitiva, el verdadero valor de la predicción sobre la decisión de la Reserva Federal reside en la lección que nos deja: que, basándonos en los datos reales de la economía, podemos hacer proyecciones con menos margen de error.
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