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El gobierno Trump comunicó el miércoles la cancelación de visados a estudiantes chinos. China catalogó la medida como “política y discriminatoria”. Asimismo, se reforzarán los controles sobre futuras solicitudes de visado procedentes de China y Hong Kong, según el Secretario de Estado, Marco Rubio.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, calificó la decisión de “irracional” y denunció que Estados Unidos actúa bajo el pretexto de la ideología y la seguridad nacional.
Los estudiantes chinos, que pagan elevadas matrículas, constituyen una fuente crucial de ingresos. En el curso académico 2023-24, más de 277.000 estudiantes chinos estaban matriculados en universidades estadounidenses, solo superados por los estudiantes indios, según datos del Instituto de Educación Internacional.
Trump ha enfocado sus críticas en Harvard, a la que acusa de antisemitismo y de promover una ideología progresista “woke”. “No obstante, según una investigación interna de Harvard, no se halló evidencia de antisemitismo superior a otras formas de discriminación”, advierte Gonzalo Giribert, profesor de biología orgánica y evolutiva de la prestigiosa universidad. “Además, la universidad quiere remediar eso”, agrega Giribert, director del Museo de Zoología Comparada de Harvard.
Este profesor de Harvard asevera que el gobierno busca imponer medidas que violan la libertad académica e incluso pretenden delatar estudiantes a la policía. “Como la universidad se negó, el gobierno empezó a tomar represalias para perjudicarla. Son medidas fascistas”, declara.
Según Giribert, el ataque se dirige específicamente a Harvard como advertencia a otras universidades: “Es una manera de decirles que no se opongan al gobierno como ha hecho Harvard”.
En esa línea, la Casa Blanca retiró fondos federales de investigación a Harvard y a otras universidades consideradas entre las más elitistas.
Durante su primer mandato, Trump también puso su mira en los estudiantes chinos, en especial aquellos en carreras sensibles o con vínculos con el ejército.
Marco Rubio ha sido severamente criticado por revocar miles de visados, muchos de ellos correspondientes a estudiantes extranjeros que participaron en protestas contra Israel. De acuerdo con una circular interna firmada el martes por Rubio y obtenida por la AFP, el gobierno revisará los perfiles en redes sociales de los aspirantes a visados estudiantiles y de intercambio. Igualmente, se suspendió la expedición de nuevos visados hasta que se emitan nuevas directrices.
El miércoles, Rubio anunció que Washington revocará activamente visados a estudiantes chinos con vínculos con el Partido Comunista Chino o inscritos en áreas consideradas estratégicas. No obstante, estas medidas también podrían afectar a estudiantes de países aliados.
La ofensiva del gobierno Trump va más allá del ámbito universitario. Según Rubio, Estados Unidos podría denegar visados a funcionarios extranjeros que censuren a ciudadanos o empresas estadounidenses. “Es inaceptable que gobiernos extranjeros impongan políticas de moderación de contenido a nuestras plataformas”, afirmó.
La semana pasada, Rubio criticó al juez Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo de Brasil, quien bloqueó temporalmente la red social X en 2024. El anuncio coincide con reiteradas críticas de Trump y J.D. Vance contra la legislación europea sobre servicios digitales, acusando a los europeos de limitar el acceso a contenidos bajo el argumento del discurso de odio.
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