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“Vi el partido y pensé, Juego 5, a todo o nada. Eso fue suficiente”, declaró Towns después. “Agradezco a nuestro equipo médico. Me dieron la chance de salir y competir esta noche.
Me alegra haber podido hacerlo. Pasamos mucho tiempo preparándome y tuve la oportunidad, y Dios me dio una mano y pude jugar.
Towns, de 2,13 metros, que pasó de pívot a ala-pívot cuando Mitchell Robinson entró en el quinteto titular en el Juego 3, había sido duda por una contusión en la rodilla izquierda, producto de un choque con Aaron Nesmith al final del Juego 4.
Pero el cinco veces All-Star se mostró agresivo durante todo el encuentro, a pesar de anotar solo cinco puntos en ocho minutos del primer cuarto.
Al principio, delegó en Jalen Brunson, quien anotó 14 de sus 32 puntos totales (la mayor cantidad del juego) en los primeros 12 minutos.
Sin embargo, cuando Brunson descansó al inicio del segundo cuarto, Towns tomó las riendas y anotó una docena más antes del medio tiempo, mientras los Knicks lideraban por hasta 13 puntos, antes de irse con una ventaja de 56-45 al descanso.
“Fue clave para nosotros. Llegaba a sus posiciones. Estaba agresivo en ataque, y creo que eso le ayudó un poco en defensa”, dijo Josh Hart sobre Towns. “Sabemos que es una pesadilla en los desajustes ofensivos. Es alguien que puede entrar en la zona, postear, penetrar, jugar tras recibir y encestar tiros”.
“Tiene un arsenal ofensivo enorme y necesitamos que sea agresivo, y que esa agresividad se traslade a la defensa y ayude en la defensa”.
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