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En sus primeras palabras como Vicario de Cristo, el papa León XIV resaltó sus orígenes hispanos, enviando un afectuoso saludo en español a su antigua diócesis de Chiclayo, en Perú.
“Si me lo permiten, también una palabra, un saludo… a todos, en especial, a mi querida diócesis de Chiclayo, en Perú”, declaró el recién elegido pontífice desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano.
Un país, añadió, “donde un pueblo fiel ha estado al lado de su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo una Iglesia fiel a Jesucristo”.
Las palabras del nuevo sumo pontífice generaron una gran ovación entre las decenas de miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, entre los que se veían muchas banderas de países sudamericanos.
León XIV sucede al papa Francisco, para quien fungió como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, además de prefecto del dicasterio para los Obispos.
Estadounidense de la orden agustina, el papa trabajó en varias misiones en Perú y, en 2015, Francisco lo nombró obispo de Chiclayo.
León XIV pronunció un largo discurso desde el balcón de la basílica de San Pedro después de ser presentado al mundo, y llamó a la paz y a una Iglesia abierta a todos, en especial a los que sufren.
Fue un discurso escrito, a diferencia de sus predecesores, y en el cual también habló en español.
“Queridas hermanas y hermanos. Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios.
También yo quisiera que este saludo de paz entrara en sus corazones y llegara a sus familias, a todas las personas, en todas partes, a todos los pueblos, a toda la tierra. La paz sea con ustedes”, comenzó su discurso.
“Una paz desarmante, humilde y perseverante, que viene de Dios. Dios que nos ama a todos, e incondicionalmente. Aún conservamos en nuestros oídos esa voz tenue, pero siempre valiente, del papa Francisco bendiciendo en Roma.
En esa misma bendición, Dios nos ama. Dios los ama a todos, y el mal no prevalecerá”, inició su discurso, en el que se le notaba emocionado.
“Gracias, papa Francisco”, dijo Prevost, quien fue muy cercano al papa argentino, y que es considerado un reformador y progresista como él.
León XIV pidió entonces “construir puentes con el diálogo, con el encuentro, llevándonos a todos a ser un solo pueblo, siempre en paz”.
Y a los cardenales, que lo eligieron en la cuarta votación, también los instó a- “caminar junto a ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la paz y la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin temor a anunciar el Evangelio, a ser misioneros”.
“Debemos procurar juntos ser una iglesia misionera, una iglesia que construye puentes y el diálogo, siempre abiertos a recibir a todos, a todos aquellos que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia”, agregó.
También pidió ser “una iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una iglesia que busca siempre la paz. Busca siempre estar cerca, especialmente de los que sufren tanto”.
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