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Según la psicóloga Evelyn Ozuna, la violencia contra los niños se manifiesta de varias maneras, incluyendo el maltrato psicológico, físico y sexual, además del matrimonio infantil y el embarazo adolescente. Estas prácticas tienen sus raíces en la cultura del machismo y la violencia de género, perpetuando un sistema patriarcal que perjudica a la infancia, según la experta. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con UNICEF y la UNESCO, destaca que la violencia infantil es una epidemia mundial con graves efectos en el desarrollo y la salud de los niños. Se calcula que cerca de 1,000 millones de niños de entre 2 y 17 años han sufrido algún tipo de violencia. Ozuna señala que para detectar a tiempo si un niño, niña o adolescente es víctima de alguna forma de violencia, es esencial, en primer lugar, observar el comportamiento del niño, qué cambios se notan en su conducta usual o en sus hábitos. “En la mayoría de los casos, las víctimas de violencia infantil muestran actitudes o conductas de miedo, aislamiento, agresividad, retraimiento, bajo rendimiento académico, sentimientos de abandono, baja autoestima, ansiedad y, en el peor de los casos, depresión y trastornos de identidad”, puntualiza. Explica que la mejor manera de prevenir o romper el ciclo de la violencia infantil es abordando el tema desde la responsabilidad afectiva y un enfoque integral que incluya factores como las causas y sus consecuencias, dentro de un contexto integrado que busca fortalecer la formación o crianza emocional-empática, además de responsabilizar a los agresores y que estos afronten un régimen de consecuencias.
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