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Megan Maxwell, pseudónimo de María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro, es una de las autoras más leídas del género romántico y erótico en el mundo hispano.
“Muchas parejas me han dicho que mis novelas les han ayudado a reconectar en lo emocional y en lo sexual”, afirmó la escritora española Megan Maxwell en una entrevista con EFE con motivo de la presentación del décimo libro de su saga ‘Las guerreras Maxwell’ en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo).
Megan Maxwell, nombre literario de María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro, es una de las autoras más leídas del género romántico y erótico en el mundo hispano.
La autora compartió con sus lectores los orígenes de una historia que comenzó como un juego íntimo entre amigas y acabó convirtiéndose en un fenómeno editorial a nivel internacional.
“Empezó de forma tonta, con mis amigas y mi hija en un grupo de Facebook. Nos llamábamos ‘las guerreras’ porque llevábamos vidas con garra”, recordó Maxwell.
Lo que surgió como un espacio cerrado acabó atrayendo a miles de seguidoras de distintas partes del mundo.
Hoy, la saga de ‘Las guerreras Maxwell’ suma diez títulos y ha fidelizado a una comunidad sólida de lectoras — y lectores, a quienes la autora llama “guerreros” — que no solo siguen sus novelas, sino que la acompañan en sus eventos y redes sociales.
Maxwell reconoció que su conexión directa con el público ha sido clave para su éxito: “Siempre digo que el 50 % de lo que he conseguido se lo debo a ellos”, afirmó.
Aunque escucha sugerencias de su comunidad, insistió en que la dirección creativa de sus historias es totalmente suya.
Sobre su primera novela, ‘Deseo concedido’, explicó que fue escrita inicialmente para ella misma: “Por eso la protagonista se llama Megan. Era un ejercicio de imaginar cómo me habría gustado vivir si hubiese estado en el siglo XIII”, detalló.
La ambientación en la Escocia medieval responde a su pasión por ese período: “Me encantan las novelas ambientadas entre los siglos XI y XIII. Fue un reto personal ver si podía escribir una historia así”.
A pesar de las críticas por retratar a mujeres empoderadas en contextos históricos en los que no gozaban de esa autonomía, Maxwell defendió su estilo.
“Me dicen que esas mujeres no existían, y yo respondo que sí, pero las mataban a los dos días. A mí me gusta escribir sobre ellas aunque solo hubieran vivido dos días. Mis personajes tienen la suerte de encontrar hombres que las valoran”, explicó.
Además del componente romántico, sus novelas han sido reconocidas por abordar la sexualidad desde una perspectiva abierta y directa.
“Muchas parejas me dicen que gracias a mis libros han reactivado su vida sexual. Les ayudan a hablar de sexo, a comunicarse. Eso me emociona mucho”, contó, recordando que el día anterior en la firma de ‘Una herencia salvaje’, la última entrega de ‘Las guerreras Maxwell’, varias parejas se lo dijeron.
Maxwell defendió que el deseo femenino ha estado demasiado tiempo silenciado y que la literatura puede ser una herramienta de liberación.
“Mis historias muestran que el sexo puede disfrutarse de muchas maneras, más allá de lo que nos enseñaron como ‘correcto'”, sostuvo.
Actualmente, la autora tiene múltiples proyectos en marcha: acaba de terminar una nueva novela, ‘Nuestro largo adiós’, que se publicará en julio en España, y ya está trabajando en un libro más para diciembre.
Además, negocia adaptaciones cinematográficas y televisivas de sus obras, incluida la ambiciosa saga de ‘Las guerreras Maxwell’, que por su ambientación histórica ha sido más compleja de llevar a la pantalla.
Sobre su ritmo de trabajo, aseguró que escribe hasta tres libros al año, aunque espera bajar el ritmo próximamente.
“No quiero ser la más rica del cementerio. También quiero disfrutar”, dijo con humor. Sin embargo, reconoció que la actividad constante forma parte de su naturaleza: “Me gusta el jaleo. Si no tuviera nada que hacer, me aburriría muchísimo”.
Finalmente, aseguró que no se plantea retirarse mientras la imaginación le siga funcionando: “Muchos escritores escriben hasta que se mueren. Estamos acostumbrados a crear personajes todo el tiempo. Yo tengo un cuaderno lleno de ideas, títulos y con 30 o 40 historias. A lo mejor no me da tiempo a escribirlas todas, pero ahí están”.
Con una mezcla de cercanía, humor y sinceridad, Megan Maxwell sigue demostrando por qué su voz resuena entre millones de lectoras en todo el mundo.
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