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A medida que envejecemos, es habitual notar cambios en la postura: los hombros se encorvan, la cabeza se proyecta hacia adelante y la espalda comienza a curvarse. Esto, aunque comúnmente se asocia con las personas mayores, es algo que cualquiera podría experimentar con el tiempo. No obstante, la pregunta que muchos se hacen es: ¿es posible prevenirlo?
Según informó The Conversation, aunque popularmente se le llama “joroba”, el término médico para referirse a una espalda curvada es cifosis. Cuando esta curvatura supera lo que se considera normal, es decir, más de 40 grados, se habla de hipercifosis. En casos graves, esta condición puede generar dolor, dificultad para moverse y una disminución en la calidad de vida.
Una columna vertebral sana tiene una forma alargada en S, lo que hace que una ligera curvatura en la parte superior de la espalda sea completamente normal.
No obstante, cuando esa curvatura se exagera y se vuelve fija, la espalda ya no puede mantenerse recta por sí sola, lo que indica que algo no va bien.
Una de las causas más comunes de esta condición es la mala postura. Con el tiempo, sobre todo en personas jóvenes que pasan muchas horas encorvadas sobre una silla, un escritorio o mirando hacia abajo al celular, se genera una curvatura postural conocida como cifosis postural.
Afortunadamente, este tipo de curvatura puede revertirse con ejercicios específicos, estiramientos y mayor conciencia sobre cómo uno se sienta y se mueve durante el día.
Por otro lado, en personas mayores, la cifosis o hipercifosis suele ser consecuencia del desgaste de la columna vertebral. En particular, cuando se padece osteoporosis — una condición que debilita los huesos — , las vértebras pueden agrietarse y fracturarse, lo que lleva a una curvatura permanente de la espalda.
En estos casos, no se trata de una mala postura, sino de un cambio estructural en la columna vertebral. La hipercifosis relacionada con la edad genera una curvatura incluso cuando la persona trata de mantenerse erguida, y suele ir acompañada de pérdida de estatura (más de 3-4 centímetros) y dolor.
Además de la mala postura y el desgaste óseo, existen otras razones para una curvatura anormal de la espalda:
Asimismo, afecciones como artritis o incluso lesiones e infecciones de la columna pueden contribuir a que nos encorvemos con el tiempo.
En caso de que la columna vertebral se esté curvando más de lo habitual o se experimente dolor continuo, pérdida de estatura o rigidez, es recomendable consultar a un profesional de la salud. En algunos casos, estas curvaturas pueden ser el resultado de fracturas vertebrales.
De acuerdo con The Conversation, hasta uno de cada cinco adultos mayores sufre una fractura vertebral, pero hasta dos tercios de estas fracturas no se diagnostican ni tratan. Por lo tanto, los médicos recomiendan realizar una radiografía si se presentan síntomas como dolor de espalda inexplicable, cifosis identificada o pérdida de estatura mayor a 3 centímetros.
La mejor manera de prevenir la curvatura anormal de la espalda es mantener los huesos fuertes, los músculos activos y una buena postura. Esto incluye:
También es fundamental mantener la postura correcta al estar sentado o de pie. Colocar la cabeza alineada con los hombros y los hombros sobre las caderas puede reducir la tensión en la columna vertebral y prevenir la curvatura.
Para fortalecer los músculos que sostienen una postura erguida, especialmente en la parte superior de la espalda y el tronco, se recomienda:
Además, prácticas como el yoga o el pilates mejoran la conciencia postural y la flexibilidad. No obstante, para aquellos con osteoporosis o fracturas vertebrales, es recomendable consultar a un médico antes de comenzar un programa de ejercicios.
La curvatura de la espalda con la edad no es inevitable, pero es importante mantener una buena postura y seguir hábitos saludables desde una edad temprana.
Si la curvatura es causada por factores óseos como la osteoporosis, el tratamiento puede reducir el dolor y ralentizar su progresión, aunque es poco probable que desaparezca por completo.
Según The Conversation, mantener una postura adecuada y fortalecer los músculos que soportan la espalda puede marcar la diferencia para reducir los efectos de la curvatura vertebral relacionada con la edad.