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El rapero estadounidense Sean Combs, conocido como Diddy, se enfrenta desde este lunes a la hora de la verdad en un tribunal federal de Nueva York, poniendo fin a su abrupta caída como ícono negro, esto tras las acusaciones de agresión sexual, proxenetismo y crimen organizado.
Sean Combs (Nueva York, 1969) protagonizó una de esas historias de ambición que tanto encantan al país, ascendiendo desde una infancia humilde en Harlem hasta ser catalogado como “milmillonario” por la revista Forbes.
Sin embargo, su reputación se ha desplomado debido a los cargos que le imputan los fiscales federales de conspiración con fines de extorsión, tráfico sexual y transporte para ejercer el proxenetismo, por los que podría recibir una pena máxima de cadena perpetua.
También conocido como Puff Daddy, P. Diddy y ‘Love’, el artista de 55 años creció en Mount Vernon, una ciudad al norte de Nueva York, a donde él y su familia se mudaron después del asesinato de su padre en 1972, cuando Combs solo tenía dos años.
El padre del rapero, Melvin Combs, fue asesinado a tiros dentro de su coche en un crimen que las autoridades dijeron estuvo ligado a su participación en una red de tráfico de heroína que operaba en diversas zonas de la ciudad.
En Mount Vernon, Diddy asistió a un colegio Montessori y posteriormente estudió en una escuela católica y privada en el Bronx, donde fue titular del equipo de fútbol americano.
En 1987 inició la licenciatura en Empresariales en la Universidad de Howard (Washington D.C.), y, aunque la abandonó dos años después, ganó gran fama en el centro educativo por organizar cada semana fiestas a las que llegaban a asistir hasta mil personas.
El juicio que se celebra en la Gran Manzana no es el único proceso legal que ha enfrentado el artista: en 1991, Combs, que entonces ya trabajaba como director de talentos en la discográfica Uptown Records, organizó un partido de baloncesto junto al también rapero Heavy D. para recaudar fondos contra el sida en el campus de la universidad City College en Nueva York.
Al gimnasio del centro, que tenía un aforo limitado para 2.730 personas, acudieron unas 5.000, y en medio de la multitud se produjo una estampida que dejó nueve fallecidos, unos hechos que llevaron a que las familias de las víctimas lo demandaran.
El rapero también fue declarado culpable en 1996 de amenazar con una pistola a un fotógrafo de un tabloide, y se vio obligado a pagar una multa de 1.000 dólares; y en 1999 fue acusado de agredir a patadas y puñetazos al ejecutivo discográfico Steve Stoute.
No obstante, estos incidentes no impidieron que Combs ganara impulso en la industria de la música, fundando en 1993 su discográfica Bad Boy Records, que ha estado detrás de trabajos de artistas como Usher, Mariah Carey o Aretha Franklin.
Su primer proyecto en solitario llegó en 1996, cuando, bajo el nombre Puff Daddy, lanzó su canción ‘Can’t Nobody Hold Me Down’, que formaba parte de su álbum ‘No Way Out’, publicado en 1997 y por el que obtuvo un Grammy a Mejor Álbum de Rap.
Pronto, Combs expandió su presencia a otros ámbitos como el cine, participando en películas como ‘Crimen organizado’ o la moda, creando en 1998 su empresa Sean John, cuyas prendas se han convertido en artículos muy cotizados entre los jóvenes norteamericanos.
En 2023, el mismo año en que Diddy publicó su quinto álbum ‘The Love Album: Off the Grid’, su expareja Cassie Ventura presentó una demanda contra el artista por abuso sexual que se resolvió con un acuerdo extrajudicial del que no trascendieron los detalles.
Pese a salir indemne de este litigio, en septiembre de 2024 fue detenido en la Gran Manzana tras las acusaciones de la Fiscalía federal e ingresó en una prisión de Brooklyn. Los fiscales le acusaron entonces de llevar a cabo “espectáculos sexuales elaborados”, conocidos como “freak offs”, en los que presuntamente obligaba a varias mujeres a mantener relaciones con trabajadores sexuales masculinos, a menudo bajo los efectos de las drogas.
Tras completar hoy la selección del jurado, comenzarán los alegatos de apertura de ambas partes en un juicio en el que testificarán cuatro víctimas del artista; se mostrarán pruebas gráficas y videos sexuales explícitos y se nombrará a una lista de celebridades de renombre como Michael B. Jordan o Kanye West, según ha adelantado el juez del caso, Arun Subramanian.
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