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WASHINGTON D.C. – 23 de mayo de 2024 – El IRS, la agencia tributaria de EE. UU., está en el ojo del huracán. Se le imputa sobrepasar sus límites y poner en la mira a las pequeñas empresas, lo que ha desatado controversia. En medio de alegaciones de prácticas abusivas e intenciones políticas, la Unidad de Traspaso del IRS y la Regla de Ingresos 2024-14 están en el centro de la polémica. Este artículo analizará estas acusaciones y sus posibles efectos, anticipando las consecuencias para el sistema tributario y la confianza de los contribuyentes.
Washington D.C. – El Servicio de Impuestos Internos (IRS), bajo la administración Biden, se encuentra en el centro de la polémica. Las acusaciones de extralimitación y el señalamiento a las pequeñas y medianas empresas han generado una ola de críticas y llamamientos a la acción.
En el corazón de la controversia se encuentra la Unidad de Traspaso del IRS. Creada supuestamente para combatir la evasión fiscal por parte de personas adineradas que utilizan sociedades y corporaciones tipo S, esta unidad ha sido acusada de convertirse en un arma política. Operando con una autoridad difusa, sin la aprobación del Congreso, la unidad estaría apuntando activamente a empresas que cumplen con la ley en todo el país.
Las empresas ahora viven con el temor de fallos retroactivos, sanciones arbitrarias y auditorías interminables. La polémica se intensifica con la acusación de que esta unidad está liderada por la misma persona involucrada en el escándalo de la era Obama sobre el ataque al Tea Party.
La nueva Regla de Ingresos 2024-14 del IRS ha sido criticada por armar la “doctrina de la sustancia económica”, un estándar impreciso y discrecional, para cuestionar retroactivamente transacciones comerciales legítimas. Esto significa que el IRS ahora tiene el poder de etiquetar decisiones rutinarias y previamente legales como sospechosas, penalizando a las empresas en consecuencia. La certeza fiscal, un principio fundamental del sistema tributario, parece estar en peligro.
Se argumenta que estos esfuerzos tienen una motivación política y contradicen la Orden Ejecutiva 14219, firmada por el entonces presidente Trump para eliminar reglas ilegales y reducir las cargas sobre el sector privado. Sin embargo, estas iniciativas del IRS continúan sin ser alteradas, funcionando como una rebelión del estado administrativo, frenando las reformas de Trump y castigando a Main Street.
Organizaciones como la Asociación Nacional de Fabricantes han pedido la desmantelación completa de la Unidad de Traspaso del IRS, citando su interpretación peligrosa y expansiva de la ley fiscal. Senadores como Blackburn, Barrasso y Lankford han expresado su preocupación en el Congreso. Economistas como Steve Moore han señalado que esto no es simplemente una extralimitación burocrática, sino una campaña para paralizar a las mismas empresas que impulsan la recuperación de Estados Unidos.
Se exige una acción inmediata. Se insta al Secretario del Tesoro, Scott Bessent, a retirar la Regla de Ingresos 2024-14 y disolver la Unidad de Traspaso del IRS. Se argumenta que estas iniciativas de la era Biden están minando la confianza en el sistema tributario y creando un clima de temor entre los creadores de empleo.
Se insta al presidente Trump a actuar ya, revocar las reglas, acabar con la unidad y restaurar el estado de derecho y la previsibilidad en la política fiscal. El mensaje debe ser claro: con esta administración, el IRS servirá al pueblo, no lo hostigará.
Aquí hay un ejemplo de un tweet relevante (reemplazar con un tweet real):
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