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Terminó la temporada, Stephen Curry se detuvo antes de abandonar el Chase Center para darle la mano y un largo abrazo a Draymond Green. Los Warriors fueron eliminados por los Minnesota Timberwolves tras una derrota por 121-110 en el Juego 5 el miércoles por la noche en las semifinales de la Conferencia Oeste, el cuarto partido seguido de Golden State sin Curry debido a una distensión en el tendón de la corva izquierdo desde que se lesionó en el segundo cuarto del Juego 1 la semana pasada. “Solo queríamos una oportunidad y terminar el año como lo hicimos, clasificarnos a los playoffs y ganar la primera ronda; sin duda, hay mucho de qué enorgullecerse”, comentó Curry. “Decepcionado y apenado por no haber podido jugar. Esperamos tener un futuro brillante para volver el año que viene y volver a intentarlo”. Con 37 años y 16 temporadas en la NBA, Curry es consciente de que los títulos de la NBA y los puestos en la postemporada ya no están garantizados y que podrían quedar pocas oportunidades para él, Butler, Green y con Steve Kerr como entrenador.
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