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La película llega a las salas de cine de República Dominicana el 1 de mayo
En su entrega número 36 del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), Thunderbolts no solo promete acción, humor y efectos visuales espectaculares. Esta vez, lo que sorprende es su capacidad para ir más allá del espectáculo: toca temas de salud mental, familia encontrada y redención emocional, sin perder su esencia de blockbuster.
Durante la rueda de prensa celebrada el pasado fin de semana, el elenco y el equipo creativo compartieron cómo esta película representa una evolución importante en la narrativa de Marvel. La directora Jake Schreier, la banda sonora original de Son Lux y un elenco liderado por Florence Pugh, David Harbour, Sebastian Stan y Julia Louis-Dreyfus — entre otros — dan vida a un grupo de personajes rotos, contradictorios y profundamente humanos.
Florence Pugh retoma el papel de Yelena Belova, y su primer acto en pantalla — un salto desde uno de los edificios más altos del mundo — no es solo una acrobacia, sino una declaración emocional.
“Cuando lo leí en el guion, pensé que era una forma muy poderosa de comenzar la película. Ese salto no es heroico. Es desesperado. Es el reflejo de alguien que ya no ve propósito en su existencia”, explicó Pugh. Para la actriz, la decisión de filmar esa escena sin el tradicional traje de superhéroe fue clave: “Si ella quiere morir, no debe estar protegida. Pedí estar en un chándal, sin gadgets. Eso cuenta otra historia”.
El director Schreier lo resume mejor: “Lo impresionante no es el salto. Es la actuación dentro del salto”.
En Thunderbolts, cada personaje lidia con su trauma personal. David Harbour, como el entrañable Alexei Shostakov (Red Guardian), explora el fracaso desde la óptica del humor y la ternura: “Es como un niño grande. Está obsesionado con su gloria pasada, pero debajo de eso hay una tristeza profunda. Yo mismo, como actor, me sentía como un niño jugando con un traje de superhéroe”.
Lewis Pullman debuta como Robert Reynolds, y su personaje se convierte en un vehículo directo para hablar de ansiedad, depresión y silencio emocional. “Yo crecí con ansiedad. Hablar de eso me resulta incómodo, pero esta película trata de romper precisamente con ese silencio”, confesó. “Cuando saltas, hay una posibilidad de que alguien te atrape. Pero solo si hablas. Solo si te dejas ayudar”.
Geraldine Viswanathan, quien interpreta a Mel, añade otra capa al relato: “Vi la primera de los Avengers cuando estaba en la secundaria. Hoy estoy dentro del MCU con una historia que me hizo llorar. Esta película es un respiro, una forma de decir ‘todos estamos rotos, pero podemos encontrarnos'”.
La partitura de Thunderbolts, a cargo de la banda Son Lux (conocidos por Everything Everywhere All at Once), ha sido uno de los elementos más elogiados. Para Schreier, la música no acompaña la historia: la habita.
Lo interesante es que el score fue compuesto incluso antes del rodaje, algo poco común en Hollywood. “Queríamos que la música fuera como un personaje más”, dijo Ian Chang. “No son temas asignados a cada personaje, sino paisajes emocionales que evolucionan con ellos”.
Rafiq Bhatia, otro de los miembros de Son Lux, añadió que muchos sonidos provinieron de objetos domésticos: “Usamos maderas, utensilios de cocina, cosas pequeñas que evocaran intimidad. Queríamos que sonara a algo real, vulnerable, pero capaz de explotar en grande cuando la historia lo pide”.
El resultado se siente en pantalla: una música melancólica, casi terapéutica, que acompaña momentos de introspección, redención y furia contenida.
Uno de los giros más interesantes de la cinta recae en Valentina Allegra de Fontaine, interpretada por Julia Louis-Dreyfus, quien por fin recibe una historia con más profundidad. “Hasta ahora, habían sido apariciones breves. Aquí pude explorarla sin juzgarla”, dijo la actriz. “No justifico lo que hace, pero sí puedo entenderla. Eso es lo emocionante: descubrir qué la impulsa”.
La actriz la describe como una “anti-villana”, un término que encaja perfecto en el corazón de la película: Thunderbolts está poblada de anti-héroes, personajes que fallan, que hieren, que buscan redención no por gloria, sino por necesidad emocional.
Sebastian Stan, uno de los actores con más trayectoria en el MCU desde Captain America: The First Avenger (2011), continúa su viaje como Bucky Barnes. “Después de 15 años, es como un hermano que nunca tuve”, dice Stan. “Esta película me permitió explorar algo más íntimo, más emocional. Bucky todavía no sabe si es un héroe o un villano. Solo quiere hacer lo correcto, y eso ya es suficiente”.
Stan también reveló que se inspiró en Terminator 2 para una de sus escenas de acción, un guiño que hará sonreír a los fans del cine clásico de acción.
Para Hannah John-Kamen (Ghost) y Wyatt Russell (John Walker), Thunderbolts ofrece una oportunidad de evolución real. “Ghost ya no está sufriendo físicamente. Ahora su dolor es emocional. Y ha levantado muros que solo este equipo logra atravesar”, explicó Hannah.
Russell, por su parte, cree que su personaje representa un tipo muy real de masculinidad contemporánea: “John quiere ser héroe, pero necesita que alguien lo vea haciéndolo. Es narcisismo puro. Pero también tiene una oportunidad de aprender que la vulnerabilidad no es debilidad, es fortaleza”.
Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, fue reservado al hablar de lo que viene, aunque confirmó que Thunderbolts conecta directamente con Avengers: Doomsday y la esperada introducción de los Fantastic Four. “Lo que me emociona no es solo el futuro, sino que el público conozca a este equipo ahora. Porque lo que viene se construye sobre las emociones que esta película plantea”.
Feige también destacó la importancia del cine como experiencia colectiva. “Ver una película juntos en una sala sigue siendo mágico. Thunderbolts nos recuerda eso: la risa, el llanto, el silencio compartido. Eso no se reemplaza”.
Thunderbolts es la prueba de que Marvel aún tiene historias frescas que contar. Historias donde el dolor no se ignora, donde el espectáculo no borra la intimidad, y donde un puñado de personajes rotos pueden salvarse los unos a los otros antes de salvar el mundo.
¿Es divertida? Por supuesto. Hay golpes, acrobacias, y explosiones. Pero también hay lágrimas, confesiones, y silencios que retumban.
Thunderbolts se estrena este 2 de mayo. Y es una cita obligada, no solo para fans del MCU, sino para cualquiera que alguna vez haya sentido que no encajaba, que no era suficiente, o que necesitaba una segunda oportunidad.
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