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A simple vista pueden parecer impecables, pero las brochas de maquillaje ocultan un peligro invisible que afecta directamente tu piel. Según varios estudios científicos, estos utensilios de belleza pueden acumular más bacterias que un asiento de inodoro, convirtiéndose en un foco de infección que muchas veces ignoramos.
Aplicar una base o rubor con una brocha “limpia” puede parecer inofensivo, pero la realidad microscópica es muy diferente. En muchos hogares, las brochas, esponjas y demás utensilios de maquillaje acumulan bacterias, hongos y levaduras debido a una higiene deficiente y un secado inadecuado.
Esta contaminación ocurre principalmente por el uso repetido sin limpiar, el almacenamiento en lugares húmedos y el contacto directo con la piel, células muertas y residuos de productos. Todo esto crea un ambiente ideal para el desarrollo de microorganismos que pueden dañar tu salud cutánea.
Un análisis realizado por la marca Spectrum Collections en 2023 reveló que varias brochas utilizadas por sus clientas presentaban una mayor carga bacteriana que los asientos de un inodoro.
Además, una investigación de la Universidad de Aston (Reino Unido), publicada en el Journal of Applied Microbiology, encontró que el 93% de las esponjas de maquillaje no habían sido limpiadas correctamente, lo que incrementa el riesgo de infecciones.
Las muestras recogidas incluían brochas de base, rubor y sombra de ojos, y mostraban altos niveles de bacterias, hongos y levaduras potencialmente dañinas para la piel.
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Según Verónica López-Couso, médica estética de la Clínica Dermatológica Internacional, uno de los errores más comunes es no dejar secar las brochas después de mojarlas. “La mayoría de las veces, al ir con prisa o por descuido, mojamos la brocha en agua para retirar el maquillaje previo y usarla, pero no la dejamos secar adecuadamente”, explicó al medio Maldita.es.
Además, muchas personas guardan estos utensilios en cajones u otros lugares oscuros y húmedos inmediatamente después de usarlos, lo que favorece aún más la proliferación de microorganismos.
El uso de brochas contaminadas no solo es antihigiénico, sino que puede provocar consecuencias dermatológicas reales:
López-Couso advierte que incluso una sola exposición puede desencadenar síntomas, especialmente en personas con piel sensible o afecciones cutáneas previas.
Para reducir estos riesgos, los especialistas recomiendan adoptar hábitos de higiene estrictos:
Mantener tus herramientas de maquillaje limpias no es solo una cuestión estética, sino de salud. Aunque parezca exagerado, una brocha mal cuidada puede ser tan peligrosa como tocar tu cara con las manos sucias o un objeto contaminado.
Prestar atención a estos detalles puede ayudarte a prevenir infecciones, proteger tu piel y mantener tu rutina de belleza verdaderamente saludable.
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