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Este mes, un juez federal de distrito dictó una orden siguiendo las instrucciones de un tribunal federal de apelaciones, que determinó que el Gobierno debe procesar a los refugiados antes del 20 de enero.
El jueves, un juez anuló una orden que habría exigido al Gobierno del presidente Donald Trump admitir a unos 12,000 refugiados en Estados Unidos.
El juez federal de distrito Jamal Whitehead, en Seattle, emitió la orden este mes, siguiendo las instrucciones de un tribunal federal de apelaciones que estipuló que el Gobierno debe procesar a los refugiados que, antes del 20 de enero, tenían planes de viaje “arreglados y confirmables” para ingresar a Estados Unidos. Ese día Trump asumió el cargo y suspendió el programa de admisión de refugiados del país.
Sin embargo, el viernes pasado, la Corte Federal de Apelaciones del 9º Circuito aclaró la orden: los refugiados deberían ser admitidos caso por caso, si podían probar que habían confiado en promesas de Estados Unidos, antes del 20 de enero, de que podrían viajar al país.
Como ejemplo de quién debería ser admitido, el tribunal de apelaciones mencionó el caso de un demandante, un refugiado de la República Democrática del Congo que vendió las posesiones de su familia y renunció al contrato de arrendamiento de su hogar porque él, su esposa y su hijo debían volar a Estados Unidos el 22 de enero, antes de que el Gobierno cancelara su viaje.
En su orden del jueves, Whitehead dijo que el Gobierno debería admitir a 160 refugiados que tenían planes de viajar a territorio estadounidense dentro de las dos semanas posteriores al 20 de enero.
“El Gobierno debe procesar, admitir y brindar inmediatamente servicios de apoyo al reasentamiento, según lo exige la ley, a estos refugiados protegidos por orden judicial”, escribió.
Miles de otros refugiados que tenían planes de llegar después de esa fecha necesitarían ser evaluados caso por caso, señaló Whitehead. Indicó que nombraría a un experto especial para realizar esas evaluaciones, y solicitó a los abogados de los grupos de asistencia a refugiados que presentaron la demanda y al Departamento de Justicia que propusieran posibles candidatos para ese papel.
El programa de refugiados, creado por el Congreso en 1980, es una vía de migración legal a Estados Unidos para personas desplazadas por guerras, desastres naturales o persecución, un proceso que a menudo lleva años e implica una verificación exhaustiva. Es diferente al asilo, por el cual las personas recién llegadas a la nación pueden solicitar permiso para quedarse, debido a que temen ser perseguidas en su país de origen.
Al comenzar su segundo mandato, el 20 de enero, Trump emitió una orden ejecutiva suspendiendo el programa.
Esto desencadenó una demanda por parte de refugiados individuales, cuyos intentos de reasentarse en Estados Unidos se han detenido, así como de importantes grupos de ayuda a refugiados, quienes argumentaron que han tenido que despedir personal. Los grupos indicaron que el Gobierno congeló su financiamiento para procesar solicitudes de refugiados en el extranjero y brindar apoyo, como asistencia de alquiler a corto plazo para aquellos que ya están en territorio estadounidense.
Whitehead, nombrado en 2023 por el expresidente Joe Biden, bloqueó la aplicación de la orden de Trump, afirmando que equivalía a una “anulación efectiva de la voluntad del Congreso” al establecer el programa de admisión de refugiados del país.
En gran medida, la Corte del 9º Circuito suspendió la decisión de Whitehead en marzo, tras determinar que era probable que el Gobierno ganara el caso, dado el amplio poder del presidente para decidir quién puede ingresar al país.
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