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CIUDAD DE MÉXICO. 6 DE MAYO DE 2025.- El pasado 21 de abril, un joven turista identificado como Barak Tzach perdió la vida tras ser atacado por un tiburón arenero en una playa de Hadera, en la costa norte de Israel.
El ataque tuvo lugar en una zona prohibida para nadar, debido a la frecuente presencia de tiburones, cerca de la playa de Olga. Este sitio es reconocido por ser un punto de encuentro invernal de los tiburones areneros, una especie en peligro de extinción que rara vez muestra agresividad hacia los humanos.
El incidente fue presenciado — e incluso grabado — por varios bañistas presentes en el área.
En el video se observa a la víctima luchando por su vida, con sangre en el agua y pidiendo auxilio antes de desaparecer. De inmediato, se activaron los protocolos de rescate con apoyo de paramédicos, la policía y la Autoridad de Naturaleza y Parques, pero no lograron encontrar a Barak.
Ese mismo día, se difundieron más videos en redes sociales donde se observaban tiburones nadando cerca de la costa, e incluso acercándose peligrosamente a un grupo de niños.
Según El Heraldo de México, fue hasta el día siguiente, 22 de abril, cuando se encontraron restos humanos en la misma zona. Si bien no se confirma oficialmente que pertenezcan a Barak Tzach, la policía ha dado por concluida la búsqueda, asumiendo que el joven falleció a causa del ataque.
Ante estos hechos, las autoridades decidieron cerrar temporalmente el acceso a la playa mientras se llevan a cabo investigaciones para garantizar la seguridad de los visitantes. También han recordado que la zona está claramente señalizada como peligrosa, y que ingresar al mar en esos tramos puede acarrear consecuencias graves.
Itamar Avishai, director científico de la organización EcoOcean, explicó que los tiburones no son agresivos por naturaleza, pero pueden reaccionar si se sienten amenazados.
“Lo ocurrido en Hadera es muy raro. Los tiburones no atacan a humanos a menos que se les provoque, y debemos recordar que están en su hábitat natural”, comentó al Jerusalem Post.
Finalmente, Avishai hizo un llamado a la conciencia.
“Un tiburón no atacará si simplemente lo ves, pero si lo tocas o lo acorralas, puede defenderse. Es un animal grande, salvaje, y hay que mantener distancia”.
