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Henderson, Nevada (AP) — A’ja Wilson llegó a la temporada pasada con la intención de demostrar que era, en efecto, la mejor jugadora de la WNBA, incluso si los votantes del MVP no lo veían así en 2023. Luego salió y protagonizó una de las actuaciones más destacadas en la historia de la liga.
El problema radicó en que sus compañeras no estuvieron a la altura, y las Aces, bicampeonas defensoras, nunca encontraron su ritmo y fueron eliminadas por las campeonas, Nueva York, en semifinales. Por más satisfactoria que resultara la temporada individualmente para Wilson, no haber cumplido con las altas expectativas de Las Vegas como equipo aún la afecta.
Ese mismo impulso que la impulsó la temporada pasada persiste.
“Quiero ser la mejor”, declaró Wilson. “Usualmente, te categorizan como el mejor cuando ganas partidos y campeonatos, así que esa era mi mentalidad al comenzar esta pretemporada. Fue una pretemporada larga y aburrida, ya que perdimos. A veces necesitas esa derrota para despertarte”.
Sin embargo, la temporada baja no fue una decepción total.
Su calzado Nike A’One fue lanzado a principios de mes, convirtiéndose en un éxito de ventas.
“Me siento un poco abrumada porque significa mucho para mí”, confesó Wilson. “El amor, la alegría, la positividad que hay detrás, ver a tanta gente deseando comprarlo, definitivamente me llena el corazón. Estoy agradecida. Tengo muchas ganas de ver lo que está por venir”.
Eso incluye lo que vendrá con las Aces esta temporada.
Wilson y las Aces regresan con la mayor parte del núcleo intacto, pero con algunos cambios notables. Las Vegas facilitó un intercambio entre tres equipos en enero, que envió a Kelsey Plum a Los Ángeles y recibió a Jewell Loyd de Seattle. Las Aces también dan la bienvenida a una nueva jugadora: Liz Kitley, una pívot que fue seleccionada en el puesto 24 del draft hace un año, pero no jugó debido a una rotura del ligamento cruzado anterior.
Además, las bases All-Star, Chelsea Gray y Jackie Young, quienes regresan, deberían estar saludables después de jugar con lesiones la temporada pasada.
“Estar sana es clave para mí, simplemente organizar a todas, ser una líder y conocer los detalles del juego”, dijo Gray. “A’ja, creo que también la ayuda. Podemos crear algunas jugadas, y así. Es complicado desde la perspectiva defensiva. Tienes a A’ja y quieres hacer un doblete, ¿a quién dejas? ¿Con quién rotas?”.
Esa fue parte de la razón por la que las Aces disfrutaron su racha dominante de dos años. Podían hacer pagar a sus oponentes por prestar demasiada atención a Wilson en la zona de ataque, y ella podía aprovechar cuando las defensas la dejaban atrás para intentar reducir el tiro perimetral de Las Vegas.
Casi no importó el tipo de defensa que Wilson enfrentó la temporada pasada. Desde el principio, tenía una misión clara y promedió 26.9 puntos y 11.8 rebotes, uniéndose a Cynthia Cooper de las Houston Comets en 1997 como las únicas selecciones unánimes de la liga para el premio MVP.
“Tuvo la mejor temporada individual en la historia de la WNBA”, afirmó Becky Hammon, entrenadora de las Aces. “No solo fue histórica en cuanto a números en la W, sino que también lo sería en la NBA. Fue simplemente sin precedentes”.
Sin embargo, estaba muy molesta por no haber ganado un campeonato. Así que, para ella, la situación era: “¿Cómo puedo sacar más provecho de mis compañeras?”. Lo hablamos. Necesitamos extraer la grandeza de todos. Que una sola persona sea excelente no basta, y ella lo reconoce.
Una temporada baja larga y aburrida.
Wilson no quiere repetir esa experiencia, pero también sabe que la competencia es feroz.
La defensora del título, Nueva York, y Breanna Stewart probablemente volverán a estar en la conversación; Indiana, liderada por Caitlin Clark, mejoró en la temporada baja y se convirtió en un favorito; y Minnesota y Napheesa Collier estuvieron muy cerca después de perder en tiempo extra ante Liberty en el Juego 5 de las finales.
Pero Wilson percibe una atmósfera diferente en el vestuario de las Aces en comparación con el año pasado en esta misma época, una que se asemeja más al equipo que lo ganó todo en 2022 y 2023.
“Es un poco lamentable cuando la mentalidad (de las otras jugadoras) no es la correcta”, admitió Wilson. “Pero también es parte de la naturaleza humana. Cuando llegas tras ganar dos seguidos, piensas: ‘¿Qué más podemos hacer?’. Ya hemos ejecutado y hecho más de lo que la gente esperaba.
“Creo que este año llegamos con una mentalidad diferente, entendiendo lo difícil que es lograrlo”.
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