Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La sinergia entre estudio y empleabilidad es cada vez más relevante al pensar y proyectar las sociedades del futuro. Una pregunta fundamental como ¿Qué necesita un país para fortalecer su matriz productiva o para evolucionar social y económicamente? Impacta directamente en la educación del presente; no solo en el ámbito académico universitario sino también en la conexión con la educación media o secundaria, e incluso desde la primera infancia.
El aprendizaje a lo largo de la vida gana fuerza en un mundo en constante cambio y tecnologización, y comprender cuáles son esas habilidades que marcarán la diferencia en las trayectorias de vida de los futuros ciudadanos es un foco de análisis constante.
El Foro Económico Mundial publicó un informe reciente que analiza el futuro laboral y pone el foco en cada una de esas “deseadas” competencias que permitirán concebir otras realidades, desafíos y oportunidades.
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Nuevos escenarios
No solo se trata de la nueva ¿ola?, parafraseando a Alvin Toffler, algorítmica de la inteligencia artificial, sino también las transformaciones con el foco en la sostenibilidad y la transición verde, así como los cambios económicos, demográficos y de natalidad; lo que para el Foro Económico Mundial está “reconfigurando el empleo” a nivel mundial.
Este nuevo presente y futuro cercano (los próximos cinco años) generarán 170 millones de nuevos puestos de trabajo, pero “92 millones de roles serán desplazados por estas mismas tendencias”. Y el informe destaca que en cuanto a las habilidades requeridas en este próximo mercado laboral, al menos “un 39% cambiarán para 2030”.
Para entender estos cambios, el Informe “encuestó a más de 1000 de los empleadores más grandes del mundo, representando 22 sectores industriales y más de 14 millones de trabajadores”.
10 habilidades a desarrollar
Cuando se habla de habilidades y competencias, no solo se trata de conocimientos específicos como en Inteligencia Artificial y procesamiento de Datos, seguidos por redes y ciberseguridad y todo lo que se refiere a alfabetización tecnológica, sino que también se destacan la capacidad del aprendizaje continuo y la curiosidad.
El pensamiento crítico es uno de los pilares de este nuevo presente para entender aquello que nos “bombardea” con información; un pensamiento que permite analizar, planificar y tomar decisiones estratégicas. Además del pensamiento crítico, se destaca el pensamiento creativo, el “poder salir de la caja” e ir más allá, aportando nuevas ideas y soluciones motivadas por una curiosidad que debe potenciarse.
El ejercicio de repensar el aprendizaje continuo no solo en adultos se vuelve apremiante al pensar en los más jóvenes y su futura inserción laboral.
Desde el Foro Económico Mundial, destacan el aprendizaje con evaluaciones que permiten “certificados apilables” y “programas modulares” donde la tecnología debe ser una herramienta de apertura de las aulas, aunque sigue siendo clave el rol de las instituciones educativas y tutores en ser el norte en la brújula de la alfabetización digital y el fomento de la conciencia ética.
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