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Madrid, (EFEverde)-. “Cinco ideas para comprender la crisis climática” es el nuevo libro que lanza el Embajador del Pacto por el Clima Europeo, Alfonso Peña. Geógrafo de formación y divulgador ambiental, Peña plasma, a través de distintos recursos interactivos, las ideas clave para entender qué está pasando en nuestro planeta, y qué podemos hacer para cambiarlo: “Europa debe ser valiente, liderar y no dar pasos atrás forzada por el contexto global”.
¿Cómo definiría la crisis climática?
Primero, como el gran desafío al que nos enfrentamos como humanidad, esa es la principal definición. Y luego, desde el punto de vista del cambio climático, que es quizá un poco lo que más se asocia, creo que significa poner énfasis no solo en las cuestiones puramente físicas, como puede ser el aumento de las temperaturas, del nivel del mar o ese tipo de consecuencias que son las más comunes, sino que también debemos enfocarnos en que la crisis climática, porque hace referencia a la vida en el planeta, a los problemas que está causando el cambio climático, y a cómo estos afectan a los desequilibrios que se están produciendo en el clima y que tienen un efecto en nuestro estilo de vida y, sobre todo, a nuestra salud.
¿Por qué cinco ideas para englobar un concepto tan complejo?
Hay muchísimos libros buenos sobre el cambio climático, y sobre la crisis climática también se ha escrito mucho. Pero algo que me pasa a mí, y que hablando con otras personas y que también les ocurre, es que cuando leemos un libro nos puede gustar y nos podemos quedar con alguna idea, pero al poco tiempo se nos olvida lo que hemos leído.
De hecho, había percibido que, entre la gran confusión en la que nos encontramos y los problemas de desinformación que tenemos, es importante tener un recurso que sirva y que cualquier persona que lea el libro se quede con lo básico. Es decir, como si fueran cinco grandes cajones que nos permitiera meter la información que nos llega, pero con esas ideas básicas. En definitiva, una estructura que sirva para marcar un poco ese conocimiento imprescindible sobre el cambio climático y la crisis climática.
La desinformación climática es un fenómeno en crecimiento. ¿Quién cree qué es responsable de haber difundido una idea errónea de la crisis climática?
Yo creo que hay gente que evidentemente tiene intereses económicos. Pero más allá de eso, también es cierto que desde el punto de vista de la divulgación puede que en ocasiones no hayamos sido capaces, entre todos, de crear un discurso común que sirva para aclarar los posibles malentendidos o confusiones que haya en la sociedad. Aunque es verdad que últimamente han surgido muchos portales de verificación de datos.
Creo que ahora quien realmente quiere la información, la tiene. Es una cuestión de cómo se procesa y del tipo de discurso, es decir, qué narrativa quiere seguir cada uno. Pero, insisto, quien quiera acceder a la información la tiene.
Lo que es cierto es que ponerse al día con un tema como la crisis climática requiere tiempo y dedicación, porque es muy amplio y complicado. De hecho, en el libro hablo de ello. Se publican cada año miles de artículos, de papers relacionados con el cambio climático, y es muy difícil estar al día de todo. Por eso, el objetivo de este libro precisamente es intentar tener una especie de manual de referencia en la comprensión de la complejidad de la crisis climática, dirigida además a un público general.
Este libro tiene dos públicos objetivos. Uno, las personas que no tengan ni idea de crisis climática y que quieran tener un acercamiento lo más sencillo y digerido posible a las ideas clave. Y luego, también se dirige a los docentes y educadores que quieran transmitir ideas fundamentales sobre crisis climática, ya que las que aquí se recogen están muy sistematizadas. También me gustaría poner en valor del libro que todas las ideas que aparecen vienen referenciadas, para que quién quiera añadir información también pueda hacerlo. Aparecen los enlaces a los documentos, los papers, artículos científicos… O sea que es muy sencillo tener la idea clave y luego profundizar en la información si se quiere.
¿Qué opina del término emergencia climática?
Hay que darle valor a los científicos. Ellos son los que mejor conocen la situación en la que estamos ahora, que es de emergencia, y si no actúan como si realmente estuviéramos en una emergencia es difícil que la ciudadanía, que no tiene por qué saber a qué nos estamos enfrentando, actúe como tal.
Entonces, el concepto de emergencia climática es una terminología muy importante. Según cómo definimos los conceptos y cómo los asociamos a nuestro día a día, así respondemos en igual medida. Y por eso el concepto de emergencia climática es clave, pero no desde el catastrofismo ni de infundir miedo, sino simplemente para ser conscientes de lo que tenemos entre manos.
Es fácil dejarse llevar por ese catastrofismo, esa inacción o ese miedo que nos puede paralizar, por eso es importante compaginar, dejar claro qué tenemos entre manos. En definitiva, tenemos que definir la complejidad de la situación. También tiene que haber un mensaje de esperanza, porque realmente sabemos lo que tenemos que hacer para revertir la situación. Para mí, la clave es esa.
En el libro dice que hay esperanza, ¿Cómo podemos recuperarla en estos tiempos?
Convirtiéndonos todos en activistas climáticos. Creo que en el imaginario colectivo, cuando pensamos en un activista se asocia a alguien metido en “movidas”, problemas, conflictos… Pienso que un activista es una persona que lucha por lo que cree de forma convincente.
Por eso reivindico que todos deberíamos convertirnos en activistas ambientales, cada uno en la medida de sus posibilidades. Porque también es importante cuando hablamos de crisis climática y de acciones a tomar, no señalar con el dedo, porque las circunstancias vitales de cada persona son muy complicadas y cada uno sabe lo que tiene y hasta dónde puede llegar. Aunque, evidentemente, cuanta más responsabilidad tienes en el cargo que desempeñas, en el rol que tienes en la sociedad, mayor o menor será tu responsabilidad.
Por tanto, la responsabilidad máxima vamos a pedírsela a los que tienen el poder realmente: administraciones, grandes empresas… Y luego cada uno, en su día a día, en su vida individual, que sea consciente de qué rol desempeña e intente en la medida de lo posible hacer lo que pueda. La buena noticia es que todos podemos hacer algo, pero la mala es que todos tenemos que hacer algo, ya que la magnitud es tan grande que o vamos todos a una, o no lo vamos a solucionar.
Explica en el libro que hay tres pilares de la educación ambiental: aportar información rigurosa y de calidad, despertar el espíritu crítico e invitar a la acción. ¿Qué papel tiene la educación en todo esto?
He notado en los últimos años una sensibilización creciente por parte del profesorado. De hecho, donde yo trabajo hacemos un montón de iniciativas con centros educativos relacionadas con la temática de la crisis climática, y hay un creciente interés. Se está trabajando muy bien y se están haciendo cosas muy buenas, pero, para mí, la clave es dar el salto: salir de las aulas y llegar a todos los ámbitos de la sociedad.
Hay que llegar al mundo donde se toman las decisiones, el mundo de la política, el mundo de las empresas, el mundo de la ciudadanía en general… Por eso, esas tres ideas se pueden aplicar no solo al ámbito educativo, sino también a cualquier ámbito de la sociedad. Además, el libro cuenta con un ecosistema de recursos educativos gratuitos que se pueden descargar de la página web planplaneta.es, como un resumen del libro o un juego de preguntas y respuestas.
¿Qué espera que el lector haga o piense después de leer su libro?
Es importante que el lector sea consciente de qué implica la crisis climática. Y lo segundo, que vea que puede hacer mucho más de lo que quizás a priori pueda pensar. Porque a veces igual dice, bueno, es que yo no puedo hacer mucho. Y veo a mucha gente desesperada en ese sentido y que piensa: “Yo es que soy un simple integrante de esta sociedad que no puedo hacer nada”. Creo que cada uno tiene que decidir qué rol quiere ocupar en este contexto de crisis climática.
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