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TUCSON, Arizona — Cientos de manifestaciones están programadas este fin de semana en todo el país como parte del movimiento NoKings, en rechazo al incremento de redadas migratorias, el desfile militar en Washington D. C. y lo que activistas denuncian como una peligrosa militarización del gobierno.
Arizona se une a esta jornada nacional con movilizaciones en al menos 40 localidades, incluyendo Phoenix, Tucson, Yuma y Douglas, como parte de una ola de protestas que, según los organizadores, cubrirá casi 2,000 puntos en todo Estados Unidos.
El evento más grande en Arizona tendrá lugar en el Capitolio estatal en Phoenix, donde desde las 9:00 de la mañana se espera una concentración con oradores, presentaciones artísticas y participación de organizaciones locales. Las protestas se llevarán a cabo en plazas, parques y frente a edificios públicos, como muestra de resistencia ciudadana en defensa de la democracia.
El evento principal de la protesta NoKings en Tucson será en Reid Park, con varias actividades destacadas:
Este evento en Reid Park será el foco principal de las protestas en Tucson, combinando movilización pacífica, arte comunitario y acción cívica durante toda la jornada.
La organización NoKings habilitó un sitio web con un mapa interactivo que permite a los usuarios ingresar su código postal para ubicar la protesta más cercana a su domicilio.
El llamado “No Kings Day” (Día de No Reyes) también busca rechazar el desfile militar programado en Washington D. C., que conmemora el 250.º aniversario del Ejército de EE. UU. y coincide con el cumpleaños 79 del presidente Donald Trump, con un costo estimado de entre $25 millones y $45 millones, según portavoces del Ejército. Aunque se espera una gran concentración en Filadelfia, donde tendrá lugar el evento central del movimiento, hasta ahora no se han anunciado protestas en la capital del país.
Las movilizaciones han provocado reacciones por parte de las autoridades. Esta semana, un funcionario del Departamento de Justicia envió un mensaje a fiscales federales instruyéndoles a priorizar casos contra personas acusadas de violencia o destrucción durante las protestas. Los posibles cargos incluyen agresión, alteración del orden público y daños a propiedad federal.
A pesar de las advertencias, los organizadores del movimiento aseguran que las protestas serán pacíficas y familiares, y que su objetivo principal es visibilizar el rechazo a una política de Estado que, según denuncian, criminaliza a las comunidades migrantes y militariza la vida pública.
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