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El ataque contra el precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay este sábado en un mitin en Bogotá conmovió al país sudamericano y lo hizo recordar sus peores momentos de la violencia en las décadas de 1980 y 1990.
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Esa época se llevó, entre otras cosas, la vida de la madre del político, Diana Turbay, quien fue primero secuestrada en 1990 por el cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar, y murió un año después en un intento de rescate.
Miguel Uribe Turbay, que tenía 5 años cuando su madre fue asesinada, ahora corre a los 39 años el mismo peligro.
El precandidato por el partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, recibió varios disparos en el occidente de Bogotá.
De inmediato fue trasladado a un hospital cercano y luego llevado a la Fundación Santa Fe, donde lo operaron de urgencia.
Según el más reciente parte médico del centro, publicado este lunes, el político está en estado crítico y ha tenido poca respuesta a las intervenciones y manejos médicos. Su situación es “de máxima gravedad”.
Uribe Turbay, quien también es nieto del fallecido expresidente de Colombia Julio César Turbay Ayala, se desempeña como senador de la república y, en marzo de este año, oficializó su intención de aspirar a la presidencia.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, Uribe Turbay recibió impactos de bala en la cabeza y en una de sus piernas.
Un menor de edad fue arrestado como principal sospechoso.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó el ataque y señaló que la investigación empezará por el propio esquema de protección del precandidato, que es provisto por el gobierno nacional.
Este lunes, el mandatario se pronunció sobre eso, diciendo que el cuerpo de seguridad del senador se redujo “extrañamente” de 7 a 3 personas el día del atentado.
Este grave ataque ocurre en medio de un tenso panorama político, avivado por la intención del gobierno de convocar a una consulta popular para aprobar una reforma laboral, a pesar de que esta ya fue rechazada por el Congreso.
El propio Uribe Turbay se había opuesto con firmeza a la propuesta del decreto y había anunciado que pediría su anulación en caso de ser emitido.
En BBC Mundo te contamos lo que se sabe sobre este atentado en Colombia.
Según los informes de las autoridades, Uribe Turbay fue llevado en primera instancia a la clínica Medicentro, donde fue estabilizado.
Algunos reportes periodísticos señalaron que el precandidato había llegado inconsciente a este centro médico y fue reanimado, pero estos datos no fueron confirmados ni por el centro médico ni por su familia.
Debido a la gravedad de las heridas, el senador fue trasladado a la Fundación Santa Fe, ubicada en el norte de la capital colombiana, donde fue atendido de urgencia.
Este lunes, dicha clínica señaló que el político se mantiene en estado crítico, con poca respuesta a los procedimientos médicos recibidos.
En comunicados anteriores, la Fundación Santa Fe había anunciado que a Uribe Turbay se le practicaron procedimientos “neuroquirúrgico y vascular periférico”.
Después de estos, el paciente fue trasladado a cuidados intensivos.
“Su estado reviste la mayor gravedad y su pronóstico es reservado”, indicó la clínica.
El primer informe de las autoridades colombianas señaló que el precandidato había sido objeto de un atentado con arma de fuego.
Varios videos de cámaras de seguridad muestran a un joven huyendo del lugar con una herida en una de sus piernas y luego lo muestran aprehendido.
El sospechoso, del cual no se divulgó su nombre, tendría 15 años, según declaró el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, el mismo sábado.
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La edad coincide con la anunciada por la Fiscalía y mencionada por Petro durante una alocución el sábado, quien este lunes ofreció más detalles sobre el sospechoso.
“El gobierno distrital ya había identificado la conflictividad del niño asesino”, dijo en X, revelando que el menor había abandonado voluntariamente un programa educativo de paz en el pasado.
Las autoridades colombianas tratan de averiguar quiénes son los autores intelectuales del atentado y han puesto a trabajar en ello a más de 100 investigadores de la policía nacional, la fiscalía y la comunidad de inteligencia.
En el caso también participa el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para asegurar que se sigan los protocolos de protección de los derechos de los menores.
La directora del ICBF, Astrid Cáceres, indicó que se ha activado el Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente y que la Defensoría del Pueblo le ha asignado al sospechoso del atentado un abogado defensor.
El ministro Sánchez informó que el joven está en buen estado de salud, lo que permitió, según medios locales, tomarle una declaración.
Conforme pasan las horas, las autoridades estrechan las líneas de investigación.
Este lunes, la fiscal general de la república, Luz Adriana Camargo, dijo en rueda de prensa que la pesquisa apunta a una presunta red de sicarios.
En la alocución, Camargo aseguró que se han realizado 23 entrevistas y analizado más de 1.000 videos.
El domingo por la noche el ministro de Defensa también habló sobre posibles motivos del crimen.
Sopesan que haya sido un ataque contra la figura política que representa el senador opositor, contra su partido, Centro Democrático, o un intento de “desestabilizar” al gobierno de Petro.
Esta última conjetura ya ha sido insinuada por el presidente tanto en una alocución el pasado sábado como en su cuenta de X.
El ataque contra Uribe Turbay recordó actos que sembraron terror en la sociedad colombiana durante la época de la guerra contra los carteles de la droga y otros actores armados.
Durante la campaña presidencial de 1989 fueron asesinados al menos tres candidatos -Luis Carlos Galán Sarmiento, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro- y algunos de esos crímenes fueron perpetrados por jóvenes sicarios.
El atentado produjo una cadena de reacciones en rechazo al uso de la violencia para silenciar las voces políticas del país y, sobre todo, repudiar un posible regreso a algunas de las horas más oscuras en la historia de Colombia.
Uno de los primeros en reaccionar fue el expresidente de Colombia y fundador del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez.
“Atentaron contra una esperanza de la Patria, contra un gran esposo, padre, hijo, hermano, contra un gran compañero de trabajo. Pedimos a Dios por la recuperación de Miguel. Nuestra confianza en los médicos, en las Fuerzas Armadas, la Justicia. Apelamos a la reflexión ciudadana”, dijo en su cuenta de X.
Otros candidatos a la presidencia como Sergio Fajardo también alzaron su voz.
“¡Horror! Rechazo rotundamente el atentado contra Miguel Uribe, una persona decente en el mundo de la política, cuya historia familiar ha sufrido injustamente la violencia que tanto ha dañado a nuestro país”, dijo en una entrevista con un medio local.
La noticia tuvo también repercusión internacional. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se pronunció al respecto y envió un abrazo solidario a la familia del candidato.
“Lo ocurrido con el candidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, quien se encuentra al borde de la muerte tras ser alcanzado por disparos durante un mitin público en Bogotá, nos deja sin palabras. Expreso mi cercanía y la de todo el Gobierno italiano al senador Uribe y a su familia, junto con la condena de este grave atentado contra la democracia y la esperanza de que se esclarezcan plenamente las responsabilidades”, señaló Meloni en sus redes sociales.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también mencionó el atentado: “Con profundo dolor acompaño a la familia de Miguel Uribe en este momento tan duro. Mi respeto y oraciones están con ustedes”, señaló.
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