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Las conclusiones tras la victoria de Carlos Alcaraz en el tiebreak del quinto set contra Jannik Sinner en la vibrante y récord final masculina del Abierto de Francia fueron diversas e importantes.
Comencemos con esto: Quienes se preocupan por la salud del tenis masculino en la era posterior a los Tres Grandes pueden estar tranquilos. Alcaraz y Sinner ofrecieron cinco horas y media de evidencia el domingo de que el tenis está en buenas manos y que su rivalidad será, y quizá ya es, trascendental.
Escuchen las palabras de nada menos que Roger Federer. El extenista, ganador de 20 Grand Slams y rival de Rafael Nadal (22 majors) y Novak Djokovic (24), comenzó una publicación en redes sociales declarando: “Tres ganadores en París hoy”, y luego mencionó a Alcaraz, Sinner y “el tenis más bonito del mundo. ¡Qué partido!”.
Este fue el 12º enfrentamiento Alcaraz-Sinner, el primero en una final importante.
“Espero que no sea la última vez”, dijo Alcaraz. “Cada vez que nos enfrentamos, elevamos nuestro nivel al máximo”.
Sería asombroso que no hubiera muchos más de estos encuentros por venir, quizás tan pronto como en Wimbledon, donde el torneo comienza el 30 de junio y Alcaraz, número 2 del ranking, es el campeón defensor por dos veces.
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