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Anotar en un papel lo que nos pasa por la cabeza nos sirve para analizar lo que experimentamos, lo que simplifica la identificación de problemas, entender las emociones y encontrar soluciones. Esto es el fundamento del journaling o escritura expresiva.
La técnica consiste en escribir pensamientos, experiencias, costumbres o emociones, de forma similar a los diarios personales que acostumbran a usar los niños y adolescentes.
Plasmar en un cuaderno todo lo que nos preocupa nos da la oportunidad de liberar tensiones y evitar que se acumulen emociones negativas como si fuésemos una olla a punto de explotar.
Según el medio Uppers, muchos estudios apoyan los beneficios mentales y físicos del journaling.
Uno de los más notables es el del psicólogo James A. Pennebaker, de la Universidad de Texas en Austin, quien demostró que expresar con palabras nuestras emociones y experiencias traumáticas influye positivamente en la salud mental.
Además de esto, escribir también fomenta la creatividad, aclara ideas y nos permite revisarlas cuando enfrentamos dificultades. Asimismo, esta práctica impulsa el autoconocimiento y el desarrollo personal.
Aquí tienes una guía simple para comenzar con el journaling:
No importa la ortografía ni el estilo. Es solo para ti.
Aunque escribas solo unas líneas cada día, notarás los beneficios con el tiempo.
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