Salud

Consejos para sobrellevar la adolescencia

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En esta nueva etapa, ya los padres no son responsables por lo que hagas en contra de la ley.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

El proceso de la adolescencia debe culminar con la formación del “Hombre de Verdad”.

Permítanme compartir algunos conceptos que puedan ayudarles a manejar mejor la situación difícil por la que pasan a su edad, basados en mi experiencia de trabajo desde 1974 con adolescentes y como docente.

También como director académico de Colegios, Juveniles en las Aldeas Infantiles S.O.S. y de Centros de Reeducación; además de psicólogo de La Ciudad del Niño, de la Casa Albergue, como padre exitoso con dos hijos ejemplares y como psicólogo por 28 años en el Hospital General Plaza de la Salud.

El proceso de la adolescencia debe concluir con la formación de lo que llamamos “un hombre de Verdad”. “Un hombre de verdad” es el resultado de superponer cuatro procesos para convertirse en adulto.

Te conviertes en adulto biológico gracias a cambios en tu estructura física y hormonales.

Con la producción de espermatozoides por parte de los varones y de óvulos por parte de las mujeres, se adquiere la capacidad de reproducir la especie humana, lo cual conlleva muchas responsabilidades y que, junto con la condición de adulto legal, se adquiere la categoría de ciudadano a los 18 años, con todos los derechos y deberes sociales que eso implica.

Adquieres una serie de privilegios y ventajas, ya que, entre otras cosas, puedes vender y comprar, votar en las elecciones, etc.

Es la etapa donde dejas de ser niño ante la sociedad y debes responder ante un juez cuando tienes un comportamiento que va contra la ley. En esta nueva etapa, ya los padres no son responsables por lo que hagas en contra de la ley. Cuando entras a la adolescencia, empiezas a tener sentimientos de adulto psicológico.

Ya te ofendes si alguien desconfía de ti, te humilla o, en general, no respeta tu dignidad, o no acepta tu personalidad o tu forma de ser, de sentir, de amar, de hacer las cosas, o no aceptan tu esquema (filosofía) de creencias, o sea, tu individualidad.

Aquí tus preocupaciones y conflictos se centran en tu necesidad de realización, en tu futuro, para lo cual es imprescindible la comprensión y el apoyo por parte de los adultos que te rodean, entre otras cosas.

Por último, falta el convertirte en adulto económico, etapa más tardía y contradictoria porque, aunque eres adulto biológico, legal y probablemente psicológico, no lo eres en lo económico ya que lo esperado es que te gradúes en la universidad, consigas un empleo y demuestres capacidad de autogestión.

En la fase de estudios no puedes ser independiente y muchos padres o adultos cuidadores, llenos de miedo, pueden tener dificultades en reconocer tus sentimientos de adulto, lo que hará tu situación más difícil.

Debes pasar por el adulto biológico, el adulto legal, el adulto psicológico y, por último, en el adulto económico, para convertirte en una persona adulta de verdad, madura e independiente.

Durante este proceso, es importante que prestes atención a cómo satisfaces tus necesidades.

La gratificación diferida es el espacio de tiempo entre una necesidad o deseo de algo y su satisfacción.

Tendrás dificultades si durante la niñez tuviste unos padres que satisfacían tus exigencias inmediatamente para detener tus berrinches ya que, en la vida real, no podrás tener todo lo que deseas inmediatamente. Casi siempre tenemos que esperar un tiempo para satisfacer nuestras necesidades. Un problema de gratificación diferida lo pueden generar las redes sociales, la tecnología con los celulares, internet, los videojuegos, ya que están diseñados para gratificarte inmediatamente, lo que no se puede en la vida real.

No siempre es posible comer pizzas o helados, etc., cuando uno lo desea, pero también la crianza que te dieron tus padres o tutores al darte inmediatamente (ante tus exigencias o berrinches), sin esperar, todo lo que pedías cuando niño o cuando te llenaban la casa de juguetes o cuando no te decían que no cuando tú deseabas algo, entre otras cosas más.

Una persona que no aprende a diferir sus gratificaciones (a esperar) puede convertirse, sin darse cuenta, en un consumidor compulsivo, en un adicto al juego, a la pornografía, al abuso de sustancias, en delincuente, ya que pierde su capacidad de esperar; también puede adquirir una baja tolerancia a la frustración, no puede esperar a graduarse en la universidad, ni esperar el pago de la quincena o de fin de mes, puede perder el control o la cabeza cuando quiere algo, si no lo puede obtener rápidamente.

Puede aburrirse, irritarse, tener problemas de alimentación, tener mal humor, ponerse ansioso, sufrir de depresión e intentar suicidio u homicidio, entre otros trastornos.

Durante la conversión en un adulto de verdad (y toda la vida) deberás mantenerte obediente a tus padres, atento solo a tu preparación mediante tus estudios primarios, secundarios y universitarios.

Evitarás crearles situaciones difíciles o complicadas que, si son pobres o de clase media, necesitarán tranquilidad para preocuparse por el sostén, el mantenimiento de los aspectos básicos de la familia; deberás cooperar con las labores de la casa y mantener un comportamiento estable y equilibrado.

Una vez que has perdido la capacidad de espera, se te hará difícil hacer las cosas bien hechas o como se espera que las hagas socialmente. Tu misión es demostrar confianza y responsabilidad, mantener autocontrol, moderación en todo lo que hagas.

Para ti, el formarte como adolescente te provoca mucha inseguridad, mucha tensión, mucha preocupación, si bien el objetivo familiar es que seas independiente, hasta que no te gradúes, consigas un empleo y seas autogestor de tu vida, algunos padres te considerarán “inútil”, “incapaz” o “niño”, lo cual es muy negativo en tu formación y con lo cual tendrás que luchar también.

Un adulto de verdad medita acerca de las consecuencias que pueden generar sus actos, principalmente un embarazo a destiempo, el cual puede impedir que satisfagas tu necesidad de realización, que es la más imperiosa del ser humano.

Si bien los adultos cometemos errores en el proceso de tu formación, también tú, como adolescente, puedes cometer errores al querer hacer actos de valentía, de riesgo, muy usual entre los adolescentes irresponsables; debes evitar la velocidad, ser moderado/a y prevenir accidentes, así como tomar fotos o videos de tu cuerpo desnudo, en el futuro, puede afectar tu vida profesional.

Muchas personas no ascienden en el trabajo o han tenido que renunciar a cargos de presidentes, direcciones, ministerios, etc., porque sus rivales les atacan mostrando esas fotos y videos grabados en la adolescencia.

Tomen mucha precaución ante tus necesidades de dar y recibir amor, ante la necesidad de sentirte aceptado/a, valorado/a o de no sentirte abandonado/a por los demás; deberás demostrar autocontrol (cuando tomes decisiones con responsabilidad y las sepas corregir cuando te equivoques), sin perder la confianza de tus padres o tutores. Serás un adulto de verdad cuando obtengas tu total independencia, al finalizar tu profesión, consigas un empleo y autogestiones tu vida.

Un adulto de verdad es capaz, no solo de adoptar interiormente reglas y normas, sino también cuando aprende a esperar, a ajustarse e inhibirse y a hacer juicios adecuados sobre su propio comportamiento. Cuando muestra control desde lo interno y no desde lo externo. Siempre haciendo lo correcto y no lo que desea; es ser capaz de manejar adecuadamente la ira y el resentimiento, el odio y la venganza, el amor y el desamor, etc.

Si presentas dificultades para convertirte en un adulto de verdad, muy probablemente necesites psicoterapia. No dudes en buscar ayuda.

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