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A esa edad comienzan a asomarse algunas arrugas y las líneas de expresión. ¡Ya tienes 35 y tu piel lo sabe! Al mirarte al espejo, a esta edad, empiezan a notarse las primeras arrugas, sumado a las noches sin dormir, el estrés diario y la exposición solar sin protección. “A los 35 las líneas de expresión comienzan a ser visibles, aparece la deshidratación y los signos de fotoenvejecimiento, por lo que lo ideal es tomar suficiente agua diariamente, y no olvidar hacer rutina de ‘skin care’, que usualmente se define como el cuidado de la piel mediante una rutina diaria para mantenerla sana, limpia, hidratada y protegida, previniendo el envejecimiento prematuro y mejorando su apariencia”, explica Brittany Soto, cosmetóloga, quien resaltó que esto dependerá de la condición y necesidad de la piel. Las cremas son aliadas clave, ya que con el tiempo la piel del rostro no solo pierde luminosidad, sino que también disminuye su producción de colágeno, por lo que es bueno adoptar la rutina de usar cremas que vayan más allá de la simple hidratación. La especialista afirma que lo ideal es que en las cremas faciales estén presentes activos como: ácido hialurónico, retinol, vitamina C, o niacinamida. “Este último, por ejemplo, mejora la función barrera de la piel, reduce rojeces, controla la producción de sebo, disminuye poros dilatados y ayuda a suavizar las líneas de expresión. Es bien tolerada incluso por pieles sensibles”. ¿Y el sérum? La cosmetóloga del Centro de Estética Alelí, destacó que es muy importante, especialmente a partir de cierta edad, y aún más durante la noche. “Los sérums son fórmulas concentradas que penetran más profundamente en la piel que una crema común, lo que los hace muy efectivos para tratar problemas específicos como la pérdida de firmeza, las arrugas, las manchas o la deshidratación. Un sérum con retinol es una excelente opción nocturna, ya que este activo favorece la renovación celular, estimula la producción de colágeno y mejora la textura de la piel”. Muchas mujeres, a los 35 años, prefieren algo más profundo y con resultados un poco más rápidos, por lo que se inclinan por los tratamientos estéticos. Es bueno recordar que la piel del rostro es única, por lo que no existe una fórmula universal, y la elección de esos tratamientos dependerá en gran medida del estado de la piel y del biotipo cutáneo (normal, seca, grasa, mixta o sensible), siendo una evaluación profesional lo más recomendable. “En términos generales, a partir de los 30 años suelen recomendarse tratamientos que estimulen la producción de colágeno, mejoren la textura y luminosidad, y prevengan los primeros signos visibles del envejecimiento”, dijo. Para obtener estos resultados, la profesional enumeró algunas opciones efectivas y no invasivas. 1.- Dermapen (microneedling): técnica de micropunción que estimula la regeneración de la piel, mejora arrugas finas, cicatrices, manchas y textura. Puede combinarse con activos como ácido hialurónico o vitaminas para potenciar los resultados. 2.- Hydrafacial: limpieza profunda e hidratación simultánea. Elimina impurezas, puntos negros y células muertas, dejando la piel luminosa y suave. Ideal para mantener la piel en equilibrio. 3.- Hollywood Peel (carbón peel + láser): tratamiento con carbón activado y láser suave que mejora poros dilatados, tono desigual, líneas finas y textura. Es indoloro y no requiere tiempo de recuperación. 4.- Fotorejuvenecimiento con luz pulsada intensa (IPL): ayuda a tratar manchas solares, rojeces, pequeñas venas y otros signos del fotoenvejecimiento. También estimula el colágeno para una piel más firme y uniforme. Entre otros tratamientos.
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