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ESTADOS UNIDOS.- — El gobierno del presidente Donald Trump lanzó una polémica campaña para alentar a los estadounidenses a denunciar a los “invasores extranjeros” a la policía de inmigración.
Esta publicación surge en un contexto de redadas masivas contra inmigrantes indocumentados, que derivaron en casi una semana de protestas en 37 ciudades, principalmente en los estados de California, Texas, Oregón y Pensilvania.
Según datos de Independent, al menos 565 personas han sido arrestadas hasta el momento, sobre todo en Los Ángeles.
Para ello, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) difundió el miércoles en la red social X (antes Twitter) una imagen del icónico Tío Sam, símbolo patriótico de Estados Unidos, con un mensaje muy claro:
“Ayuda a tu país y ayúdate a ti mismo. Denuncia a todos los invasores extranjeros”.
La imagen muestra a un Tío Sam tradicional, vestido con frac azul y pantalones a rayas, clavando un cartel en la pared con ese lema, junto a un número telefónico para contactar a ICE (U.S. Immigration and Customs Enforcement), la agencia de control migratorio.
El mensaje en el cartel está en letras grandes y directas: “REPORT ALL FOREIGN INVADERS” (Denuncia a todos los invasores extranjeros).
La campaña no tardó en generar indignación en redes sociales, donde varios usuarios compararon el cartel del DHS con propaganda nazi de la Segunda Guerra Mundial, usada para promover odio y delación.
En la Alemania nazi, el régimen utilizó miles de informantes civiles para delatar a vecinos, amigos o familiares ante la Gestapo. Aunque la propaganda decía que el aparato de vigilancia era omnipresente, en realidad dependían de ciudadanos comunes para identificar a “enemigos del Estado”, muchas veces por rumores, prejuicios racistas o simples venganzas personales.
Las similitudes no pasaron desapercibidas. Un usuario ironizó:
“Foreign Invaders? I found them” (“¿Invasores extranjeros? Los encontré”), junto a fotos de funcionarios israelíes y banderas israelíes en edificios estadounidenses.
Otro comentó:
“Taking a page out of Hitler’s book, I see.” (“Veo que están sacando una página del libro de Hitler”).
Estas reacciones resaltan el uso del lenguaje “invasores extranjeros” y la imagen del Tío Sam señalando con autoridad, que muchos interpretaron como un eco de los llamados autoritarios a delatar al “otro” por su origen o ideología.
Una usuaria respondió con una versión modificada del cartel que subraya el rechazo y la protesta contra la política migratoria del gobierno Trump.
Esta réplica mantiene la estructura original pero cambia el mensaje a:
“LET’S ABOLISH AND PROSECUTE ICE NOW” (“Abolamos y enjuiciemos a ICE ahora”).
Con más de 152 mil visualizaciones, y 8 mil me gusta, este cartel refleja la voz de movimientos progresistas que exigen la desaparición de ICE, denunciando las prácticas abusivas como la separación familiar y deportaciones masivas.
La polémica imagen fue compartida originalmente por el influencer cristiano C. Jay Engel, colaborador del pastor Andrew Isker, ambos conocidos por promover una ideología ultraconservadora y etnonacionalista cristiana.
Engel ha promovido la idea de una “contrarrevolución” para devolver a Estados Unidos a sus raíces angloprotestantes, expulsando a los migrantes no europeos.
El discurso oficial que acompaña esta campaña es impulsado por Stephen Miller, subjefe de gabinete y asesor cercano de Donald Trump, conocido por sus posturas ultranacionalistas y antiinmigrantes.
Miller, quien compartió el cartel original del DHS, ha declarado que es necesario combatir la migración ilegal para salvar la “civilización occidental”, advirtiendo que de no hacerlo, Occidente quedará “reducido a ruinas”.
Esta campaña representa un nuevo nivel en la intensificación del discurso antiinmigrante de la administración Trump, que ha ordenado deportaciones masivas y endurecido las políticas fronterizas.
La utilización del Tío Sam, tradicionalmente símbolo de patriotismo y unidad nacional, para promover una imagen de “invasores extranjeros” genera un debate intenso sobre los límites del lenguaje oficial y la posible promoción de xenofobia institucionalizada.
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