Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La microbiota se desarrolla conforme transcurre la vida. Es distinta en la niñez y adolescencia, así como en la edad adulta.
Cada 27 de junio se celebra el Día Mundial de la Microbiota, una fecha que busca resaltar la importancia de este conjunto de microorganismos presentes en el cuerpo humano y que influye desde la concepción en el desarrollo del sistema inmune, digestivo y neurológico, por solo citar algunos ejemplos.
La doctora Yendy Frías comentó que cada día se publican más estudios sobre la microbiota, y cuanto más profundizamos en su conocimiento, más entendemos su importancia y complejidad para la salud. La microbiota es una comunidad de billones de microorganismos que incluye virus, bacterias, parásitos y hongos, los cuales pueden tener efectos positivos o negativos en la salud, tanto de la madre como del feto durante el embarazo.
La relación entre estos microorganismos y la salud humana es compleja y fascinante, y cada vez se descubren más conexiones entre la microbiota y diversas enfermedades como las cardiometabólicas, inmunológicas, el cáncer, la obesidad, las enfermedades neurológicas e inflamatorias, entre otras.
La microbiota se puede considerar un universo dentro de un hábitat en diferentes partes del cuerpo humano, desempeñando un papel crucial en nuestra protección y ayudándonos a mantener un equilibrio saludable.
Dentro de este mundo microbiano, los microbiomas, que son los genomas de estos microorganismos, se distribuyen en diversas áreas del cuerpo y nos ayudan a convivir de manera saludable.
La también nutrióloga enfatizó que una de las microbiotas más importantes es la del intestino, caracterizada por más de 9 millones de genes y cientos de cepas microbianas. Esta microbiota intestinal se transmite de la madre al hijo durante el nacimiento, siendo un factor crucial para un crecimiento saludable y la resistencia a enfermedades, siempre que se mantenga una alimentación adecuada y un peso saludable. Aunque factores ambientales, étnicos y geográficos pueden influir en la estabilidad de la microbiota, es fundamental orientar a las futuras madres sobre la necesidad de mantener un estilo de vida saludable y una buena alimentación, incluso antes de la concepción.
La microbiota juega un papel vital en la prevención de infecciones, en el desarrollo inmunológico, el metabolismo y en la salud general de la madre durante el embarazo, parto y la lactancia. Por ello, es crucial cuidar nuestra microbiota adoptando una alimentación equilibrada, evitando el uso excesivo de antibióticos y asegurando una ingesta adecuada de prebióticos – un tipo de fibra alimentaria que sirve como alimento para las bacterias beneficiosas del intestino, favoreciendo su crecimiento y actividad. También es recomendable la práctica de la lactancia materna, ya que esta puede ayudar a prevenir futuras complicaciones relacionadas con la microbiota.
En conclusión, es muy importante que las futuras madres visiten, además de sus médicos ginecólogos, a sus nutriólogos para recibir orientación adecuada y tomar a tiempo las medidas necesarias, asegurando así la salud de la madre y el desarrollo adecuado del feto.
Se recuerda que esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a articulos@gmail.com y nos puedes encontrar en @sodonuclim.
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