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Los estudiantes también manifestaron su rechazo a la intromisión de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en las universidades.
Miles de docentes y estudiantes, entre otros manifestantes, marcharon el jueves hacia la sede de la Secretaría de Educación y encendieron antorchas en defensa de la universidad pública argentina, la cual, según ellos, es blanco de ataques por parte del Gobierno de Javier Milei y no puede subsistir sin salarios dignos para sus trabajadores.
“Estamos aquí hoy enfrentando los ataques de este Gobierno, y uno de estos ataques es, precisamente, contra la educación pública”, comentó a EFE una estudiante y militante llamada Mariana, que no reveló su apellido.
En Buenos Aires, la jornada de protesta comenzó a las 10:00 hora local (13:00 GMT) con una huelga que se prolongará hasta el viernes y un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas, hospital-escuela dependiente de la Universidad de Buenos Aires.
Cerca de las 17:00 hora local (20:00 GMT), los manifestantes comenzaron a concentrarse en Plaza Houssay, desde donde marcharon con antorchas hasta el Palacio Pizzurno, sede de la Secretaría de Educación de la Nación.
El docente Alejandro Montoso declaró estar allí para exigir al Gobierno nacional que aumente la partida presupuestaria para la universidad y que reabra las negociaciones salariales.
“Los docentes universitarios estamos sin paritarias. Hace prácticamente ocho meses que el Gobierno no nos recibe y nos otorga aumentos que están muy por debajo de la inflación, por lo cual nuestra situación salarial es crítica”, manifestó Montoso.
“Una universidad pública no puede mantenerse sin los trabajadores”, añadió Montoso.
También se sumaron a la marcha otros manifestantes que apoyaron la causa, como el jubilado y experiodista Mario Pons, quien afirmó que “la educación pública, así como la salud pública, son conquistas sociales que deben ser protegidas y que el gobierno de Javier Milei, como todos los gobiernos neoliberales y de ultraderecha, pretenden eliminar”.
Las manifestaciones se replicaron en otras ciudades del país como Córdoba -de gran tradición universitaria- y Bariloche, ubicada al sur del país.
Los estudiantes también expresaron su oposición a la intromisión de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en las universidades, tras la revelación del Plan de Inteligencia Nacional 2025, difundido por la prensa local, que incluye dentro de sus objetivos de vigilancia a actores críticos o contrarios a los postulados del Gobierno.
“Fuera la SIDE de las universidades”, era la consigna que se repetía en varios de los carteles que exhibían los más jóvenes.
Una primera ley de financiamiento universitario fue vetada por el presidente, Javier Milei, en octubre de 2024, y se espera que un nuevo proyecto sea tratado en una sesión especial el próximo 2 de julio.
Además de la falta de financiamiento, el Gobierno ha incluido propaganda en contra de la universidad como parte del relanzamiento del canal educativo estatal: los personajes de la serie animada llamada ‘Tuttle Twins’ les dicen a los niños que la universidad los endeudará para siempre y que se puede ganar mucho dinero sin un título.
Una de las movilizaciones más grandes en lo que va del Gobierno de Milei, iniciado en diciembre de 2023, fue la primera marcha universitaria, en abril de 2024. En esa ocasión, cerca de un millón de personas se movilizaron a lo largo del país por el desfinanciamiento y la falta de presupuesto del sector.
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