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Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene interés en dialogar con Elon Musk, afirmó el viernes un miembro del gobierno de la Casa Blanca, lo cual sugiere que el mandatario y su antiguo aliado podrían no solucionar pronto su divergencia en relación con un proyecto de ley de recorte de impuestos de gran envergadura.
El funcionario, que habló solicitando permanecer en el anonimato, aseguró que no está prevista ninguna conversación telefónica entre Trump y el director ejecutivo de Tesla, pese a que previamente otro funcionario había mencionado la posibilidad de un encuentro.
En entrevistas con varios medios estadounidenses, Trump declaró que está concentrado en otros asuntos. “Ni siquiera pienso en Elon. Tiene un problema, el pobre hombre tiene un problema”, dijo a CNN.
Trump podría deshacerse del Tesla Model S rojo que adquirió en marzo, después de exhibir los vehículos eléctricos de Musk en los jardines de la Casa Blanca, añadió la fuente.
Musk, por su parte, no se dirigió directamente a Trump, pero mantuvo sus críticas a la ley republicana de impuestos y gastos, que abarca gran parte de la agenda interna del presidente estadounidense.
En su red social X, Musk amplificó los comentarios realizados por otros, afirmando que el “gran y hermoso proyecto de ley” de Trump perjudicaría políticamente a los republicanos y aumentaría la deuda nacional a 36,2 billones de dólares. “Exactamente”, respondió a una publicación de otro usuario de X.
Las declaraciones de la Casa Blanca se conocieron un día después de que ambos protagonizaran un enfrentamiento con una hostilidad inusitada, marcando un final abrupto para una estrecha alianza.
Durante el intercambio, Trump insinuó que rescindirá los contratos gubernamentales con las empresas de Musk, incluyendo la compañía de cohetes SpaceX y su unidad de satélites Starlink.
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Las acciones de Tesla ascendían después de experimentar una caída de más del 14 por ciento el día anterior, perdiendo cerca de 150 mil millones de dólares en valor de mercado, el mayor desplome diario en la historia del fabricante de vehículos eléctricos.
Musk, el hombre más rico del mundo, financió en gran medida la campaña presidencial de Trump y luego fue uno de sus consejeros más visibles, liderando un esfuerzo amplio y polémico para disminuir la plantilla federal y reducir el gasto.
Los ataques verbales estallaron el jueves, después de que Trump criticara a Musk en el Despacho Oval y ambos intercambiaran insultos en sus redes sociales: Truth Social, de Trump, y X, de Musk.
El desencuentro comenzó a gestarse unos días antes, cuando Musk, que renunció a su cargo de director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) hace una semana, censuró el ambicioso proyecto de ley de recorte de impuestos y gastos de Trump.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijo el viernes que ha estado intercambiando mensajes de texto con Musk y espera que la disputa se solucione rápidamente.
“No discuto con él sobre cómo construir cohetes y me gustaría que él no discuta conmigo sobre cómo elaborar y aprobar leyes”, dijo Johnson en la CNBC.
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