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La defensa de los cielos está ganando relevancia en medio de la creciente conflictividad actual. En el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio, celebrado en París del 16 al 22 de junio, los proveedores de aviones, misiles y radares exhibieron sus últimas innovaciones, destacando la producción a gran escala de drones, que están transformando la estrategia militar.”Actualmente, lograr la superioridad aérea es la prioridad en un conflicto. Si controlamos el cielo, controlamos lo que ocurre abajo”, afirma Jean Noel Stock, vicepresidente del sector aéreo de Thales, el grupo tecnológico francés enfocado en el área aeroespacial, defensa y seguridad.Puede leer: Familia de un niño autista demanda a Javier Milei por ‘discursos de odio’Para este empresario, es evidente que la defensa de los cielos está cobrando un protagonismo sin precedentes, evidenciado en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París. En esta 55ª edición, el sector militar ocupó un espacio mayor, una tendencia que se intensificó tras el inicio de la guerra en Ucrania.De los 2.400 expositores, 925 estaban directamente relacionados con la defensa, presentada como uno de los puntos clave del salón de Bourget, el encuentro aeroespacial más grande y antiguo del mundo.Aviones, misiles, radares y, por supuesto, los drones resaltaron, en sintonía con un contexto geopolítico turbulento, con la guerra en Ucrania y Oriente Medio como telón de fondo. “Observen lo que sucede en Ucrania. En los primeros días del conflicto, Rusia no logró la superioridad aérea, es decir, no controla el cielo, y al no controlarlo, no puede realizar incursiones en Ucrania, ni ganar la batalla, mientras que Ucrania resiste perfectamente”, indicó Stock.Bertrand Lucereau, presidente de la empresa Secamic, líder en mantenimiento de aviones y helicópteros militares, coincide con Stock en que, con los drones, la guerra en Ucrania ha marcado un cambio histórico en la manera de librar conflictos.”El dron se ha convertido en una herramienta indispensable en todos los conflictos, incluyendo el que se desarrolla entre Israel e Irán, el dron está presente en todas partes. Conversé con una delegación de Colombia, quienes me comentaron que los drones son importantes ya que en un conflicto completamente diferente, como el del narcotráfico, son una forma extremadamente eficaz de contrarrestar este tipo de tráfico”, señaló Lucerau, asegurando que el dron ya forma parte del nuevo concepto de guerra, con una diferencia de precio considerable. “Un dron cuesta entre 2.000 y 3.000 euros, es de bajo costo y extremadamente eficaz”, asegura.Para el presidente de Secamic, el próximo paso en la industria militar serán los aviones de combate acompañados de drones. Afirma que, desde la invasión rusa a Ucrania, estos vehículos aéreos no tripulados están avanzando a pasos agigantados, algo que confirma el vicepresidente del sector aéreo de Thales.”Cada vez es más fácil usar un dron y, por consiguiente, la innovación en torno a las aeronaves no tripuladas avanza muy deprisa. Como se ha visto en Ucrania: desde la idea hasta su acción directa y efectiva en el terreno transcurren solo unas semanas. Por eso, la guerra basada en drones, ya sean muy pequeños, medianos o muy grandes, se está acelerando notablemente gracias a estas tecnologías de comunicación y decisión”, indicó.Un dron, además de destacar por su bajo costo, en comparación con un avión o un misil, se ha convertido en poco tiempo en un pilar de la estrategia militar moderna. Permite vigilar en tiempo real, lanzar municiones, orientar el fuego de artillería, explotar por sí mismos o incluso distraer a los adversarios. Ucrania y Rusia lo saben bien, por eso su guerra se ha ganado el nombre de ‘la guerra de los drones’.Amnistía Internacional ha calificado a este aparato no tripulado como el mayor símbolo de “la guerra del futuro”, casi invisible e implacable, donde el atacante no corre riesgo de perder vidas y con misiones desarrolladas en el más absoluto secreto, donde nadie rinde cuentas por los ataques y daños a civiles, denuncia la organización con gran preocupación por su acelerado desarrollo.Además de los drones, en materia de defensa, los Rafale de la marca francesa Dassault también acapararon la atención del salón. Estos aviones de combate, codiciados por su “capacidad de hacerlo todo”, según sus creadores, tienen pedidos para los próximos 10 años a pesar de su precio, que supera los 70 millones de euros.Para Stock, el Rafale es “la punta de lanza en términos de superioridad aérea” y su éxito se atribuye al progreso tecnológico, indicó Lietnam Geoffrey, navegante oficial de sistemas de armas sobre Rafale de la armada aérea francesa.”Es un avión que se actualiza con los años. Se ha diseñado para recibir programas y modificaciones que garanticen su durabilidad en el tiempo. Para mí era importante pilotar un avión así, particularmente el Rafale biplaza, gracias a su capacidad para trabajar en equipo, que permite el seguimiento en el terreno. Así que, una vez que le damos a la aeronave las especificaciones, se mantendrá en estos parámetros, lo que nos permitirá concentrarnos en el trabajo táctico. Nos libera del pilotaje y nos permite llevar la misión más lejos, ya sean misiones de defensa aérea, de apoyo a las tropas en tierra y también la especificidad del cuarto escuadrón de caza, que es la disuasión nuclear”, añadió.
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