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FORDOW (República Islámica de Irán), 22/06/2025.- Una imagen satelital distribuida por Maxar Technologies muestra una vista cercana de agujeros y cráteres en una cresta en la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordo, después de los ataques aéreos estadounidenses, el 22 de junio de 2025. Las fuerzas estadounidenses bombardearon tres sitios nucleares clave de Irán: Natanz, Isfahan y Fordo (Fordow), anunció el presidente estadounidense Trump el 21 de junio. EFE/EPA/MAXAR TECHNOLOGIES IMAGEN DISTRIBUIDA CRÉDITO OBLIGATORIO: IMAGEN SATELITAL 2025 MAXAR TECHNOLOGIES — LA MARCA DE AGUA NO PUEDE SER ELIMINADA/RECORTADAUSO EDITORIAL ÚNICAMENTE/SIN VENTAS
TRAS LOS BOMBARDEOS NORTEAMERICANOS EN IRÁN| Una imagen satelital proporcionada por Maxar Technologies muestra una vista cercana de agujeros y cráteres en una cresta en la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordó. (Foto/EFE)
INFORMES DUDAN Y HABLAN SOLO DE DAÑOS CONSIDERABLES
Redacción El Comercio de Colorado
El reciente bombardeo estadounidense contra la instalación nuclear de Fordó en Irán ha desatado un intenso debate mundial. Mientras el gobierno de Estados Unidos asegura que fue un “éxito devastador”, varios informes de inteligencia y expertos internacionales cuestionan la magnitud real del daño y advierten que el programa nuclear iraní podría recuperarse en pocos meses.
El presidente Donald Trump y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, han insistido en que las bombas GBU-57/B Massive Ordenance Penetrator destruyeron “sin duda” las capacidades nucleares iraníes. Según imágenes satelitales e informes oficiales, las entradas y túneles de Fordó sufrieron daños graves, y la administración asegura que el uranio enriquecido no fue evacuado antes del ataque.
“¡Irán no sacó nada de las instalaciones! Tardaría demasiado, es peligroso y difícil de mover”, afirmó Trump en su red social Truth Social. Hegseth respaldó estas afirmaciones y calificó la operación como “la más compleja y secreta de la historia militar” de Estados Unidos. Según el Pentágono, la acción obligó a Teherán a aceptar un alto el fuego con Israel, como la mayor evidencia de la iniciativa de EEUU.
Daños considerables, pero no destrucción total
Sin embargo, informes preliminares de inteligencia filtrados a CNN y The New York Times sugieren un escenario diferente. Estos análisis sostienen que, aunque el daño superficial fue importante, la infraestructura subterránea y las centrífugas claves para el enriquecimiento de uranio no fueron completamente destruidas. Además, se especula que Irán habría trasladado parte de su material nuclear antes del ataque, lo que reduciría el impacto de la ofensiva.
El director del OIEA, Rafael Grossi, calificó los daños de “muy considerables”, pero rechazó la idea de una destrucción total, advirtiendo que el programa nuclear iraní podría tardar solo meses en recuperar su operatividad. A esto se suman expertos que subrayan que el conocimiento técnico y la capacidad de reconstrucción de Irán no pueden ser aniquilados por un solo ataque.
En Teherán, el líder supremo Ali Jameneí minimizó el bombardeo, asegurando que Estados Unidos “no logró nada significativo” y reiterando que su programa nuclear sigue firme. Jameneí aprovechó para reforzar la narrativa interna de resistencia y victorias frente a Washington y Tel Aviv. La controversia refleja el valor simbólico y político de estas operaciones militares.
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