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EE. UU. eleva al doble los aranceles al acero y al aluminio, un renovado pulso de Trump

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Para recordarles de forma "amistosa" que se acerca la fecha límite para aplicar esos impuestos aduaneros, que en el caso de la UE gravarían sus importaciones con un recargo del 20 %.

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Washington, 4 jun (EFE).- EE.UU. activó este miércoles un aumento de los aranceles sobre el acero y el aluminio, que se duplican al 50 % y añaden más inestabilidad a las negociaciones con China o la Unión Europea (UE) para alcanzar acuerdos que terminen la guerra comercial.

El alza decidida por el presidente, Donald Trump, promete perjudicar en especial a países como Canadá, el gran proveedor de ambos metales a EE.UU., a grandes productores de acero como México, Brasil, Corea del Sur o Vietnam, y también a China, el segundo país que más aluminio vende a la primera economía mundial.

Su orden ejecutiva especificó que la medida es necesaria para que dichas importaciones “no amenacen con afectar la seguridad nacional”.

El aumento “contrarrestará con mayor eficacia a los países extranjeros que siguen vertiendo excedentes de acero y aluminio a bajo precio en el mercado estadounidense, perjudicando así la competitividad de las industrias estadounidenses” del sector, señaló el mandatario en la misma.

Trump consideró que aunque los gravámenes del 25 % han facilitado “un apoyo crucial de los precios” en el mercado nacional, todavía no han permitido que estas industrias desarrollen y mantengan los niveles de utilización de la capacidad de producción que son necesarios para su fortaleza y las necesidades de defensa nacional.

El Reino Unido no se verá afectado por la subida del 50 % y sus aranceles se mantendrán en el 25 %, en virtud de un acuerdo bilateral, cuyo cumplimiento se revisará en julio para evaluar si hay que modificarlos.

El incremento al resto llega después de que los tribunales en EE.UU. hayan empezado a obstaculizar gran parte de su política arancelaria -la referida a los mal llamados “aranceles recíprocos”- o de que el propio presidente, sin dar detalles, haya acusado a Pekín de incumplir un acuerdo alcanzado a principios de mayo para rebajar temporalmente los gravámenes mutuos.

La reacción del republicano fue replicada el martes por las autoridades chinas, que afirmaron que fue EE.UU. quien ha violado el pacto de Ginebra al imponer lo que calificó de medidas de “supresión extrema”, como nuevas restricciones sobre chips o la cancelación de visados a estudiantes chinos anunciada en la última semana.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió el martes en que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantendrán esta misma semana una llamada telefónica que ayudará a desbloquear la situación, una posibilidad sobre la que por ahora no se ha pronunciado Pekín.

A su vez, Bruselas ha lamentado el incremento de los aranceles al acero y al aluminio, sobre todo después de que una reciente conversación entre el mandatario estadounidense y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ayudara a acercar posturas después de que el propio Trump amenazara con activar gravámenes generalizados del 50 % para la UE por la falta de avances.

El comisario europeo de comercio, Maros Sefcovic, tiene previsto reunirse este miércoles en París con el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, con la idea de progresar en la creación de un nuevo marco comercial antes de que expire a principios de julio la prórroga concedida por la Casa Blanca para que entren en vigor los “aranceles recíprocos”.

Leavitt confirmó a su vez que el propio Greer ha enviado una carta a los socios comerciales de EE.UU. para recordarles de forma “amistosa” que se acerca la fecha límite para aplicar esos impuestos aduaneros, que en el caso de la UE gravarían sus importaciones con un recargo del 20 %. EFE

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