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EE. UU. ordena evacuación parcial de su embajada en Irak y permite la salida voluntaria de familiares de militares en Oriente Medio por riesgos de seguridad.
El Departamento de Estado estadounidense inició la evacuación de personal no esencial de su embajada en Bagdad y del consulado en Erbil el 11 de junio de 2025, debido al aumento de los riesgos de seguridad en la región. La medida es una respuesta a un análisis reciente que identificó amenazas potenciales derivadas de las tensiones en Oriente Medio. La embajada en Bagdad, que ya operaba con personal reducido, comenzó a trasladar a diplomáticos no esenciales mediante vuelos comerciales, aunque el Pentágono mantiene fuerzas listas para apoyar si es necesario. La decisión afecta a un número limitado de empleados, dado el bajo nivel de personal actual en las instalaciones diplomáticas en Irak.
Paralelamente, el Departamento de Estado autorizó la salida de personal no esencial y familiares de diplomáticos desde las embajadas en Bahréin y Kuwait. Esta autorización permite a los afectados abandonar esos países con asistencia y gastos cubiertos por el gobierno estadounidense. En Bahréin, donde reside la mayor cantidad de dependientes de militares estadounidenses, la medida tiene un impacto significativo. Sin embargo, las operaciones en la base aérea de Al Udeid en Qatar, la mayor instalación militar estadounidense en la región, no presentan cambios, y no se emitió ninguna orden de evacuación para personal o familias vinculadas a la embajada en Doha, que continúa operando con normalidad.
El Pentágono aprobó la salida voluntaria de dependientes de militares desde múltiples ubicaciones en el área de responsabilidad del Comando Central (CENTCOM), que incluye países como Irak, Siria, Bahréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Esta autorización afecta principalmente a familiares en bases militares, con Bahréin como el punto de mayor concentración de dependientes. No se ordenó la evacuación de personal militar en servicio activo, lo que indica que las operaciones militares estadounidenses en la región permanecen intactas.
En respuesta a las crecientes amenazas, Israel, principal aliado regional de Estados Unidos, llevó a cabo ataques contra objetivos vinculados a Irán en Irak y Siria. Estos operativos se dirigieron a grupos armados respaldados por Teherán, lo que incrementó la percepción de inestabilidad en la región. La combinación de estas acciones y la retórica beligerante de actores regionales contribuyó a la decisión de Estados Unidos de reducir su presencia diplomática y proteger a los dependientes militares.
El mercado petrolero reaccionó a los acontecimientos, con un aumento del 5% en el precio del crudo WTI el 11 de junio de 2025, impulsado por temores de interrupciones en las rutas de suministro, especialmente en el estrecho de Ormuz. La producción de petróleo de Irak, que representa una porción significativa del mercado global, se encuentra en riesgo ante cualquier escalada. La inestabilidad geopolítica también amenaza los ingresos energéticos de la región kurda y las inversiones en el sector upstream de Irak.
El general Michael Kurilla, comandante de CENTCOM, pospuso su testimonio programado ante el Comité de Servicios Armados del Senado el 12 de junio de 2025, debido a la situación que se desarrolla en Oriente Medio.
Irak mantiene una relación compleja con Estados Unidos e Irán, al albergar a 2,500 soldados estadounidenses y facciones armadas respaldadas por Teherán integradas en sus fuerzas de seguridad. Esta dualidad ha generado fricciones, especialmente desde los ataques de 2023 contra tropas estadounidenses. En 2020, la embajada de Bagdad ya enfrentó una reducción de personal tras incidentes de seguridad, incluida una protesta masiva que derivó en un asedio parcial de la instalación.
Las evacuaciones de embajadas estadounidenses en la región no son un hecho aislado. En 2021, durante la retirada de Afganistán, el Departamento de Estado ejecutó una evacuación masiva de su embajada en Kabul, marcada por un atentado suicida en el aeropuerto que causó la muerte de 13 militares estadounidenses y aproximadamente 170 civiles afganos. Este precedente subraya los riesgos asociados con la reducción de presencia diplomática en zonas de conflicto.
La actual evacuación en Irak se produce en un contexto de incertidumbre sobre las negociaciones nucleares con Irán, que no han logrado avances significativos en los últimos meses. La falta de progreso en estas conversaciones, combinada con las acciones militares de Israel y las respuestas de grupos proiraníes, eleva el riesgo de una confrontación más amplia en la región.
En Bagdad, las fuerzas de contraterrorismo iraquíes reforzaron la seguridad alrededor de la embajada estadounidense tras el anuncio de la evacuación. A pesar de la salida de personal no esencial, Estados Unidos mantiene su compromiso de apoyar a Irak en la lucha contra el terrorismo y la estabilización del país.
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