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Desde que iniciaron las discrepancias y rumores entre Rafael Devers y el mánager Alex Cora, se anticipaba una separación tensa e inesperada, por la falta de diplomacia de ambas partes.
Al pelotero dominicano le faltó guía para manejar el asunto con más cautela, pero también faltó sensatez y juicio por parte del mánager, y sobre todo del gerente general, Craig Breslow, quien parecía obsesionado.
A esa situación, que cada día se volvía más tensa, se le pudo dar una solución amistosa, siempre y cuando se hubiera abordado con la prudencia y madurez necesarias.
Lo hecho, hecho está, pero es una clara demostración de que el orgullo y la falta de asesoramiento, conducen a decisiones, que no generan resultados positivos.
Lo que sí provocó este caso, fueron muchas opiniones, unas a favor y otras en contra, principalmente de dos jugadores, David Ortíz y Manny Ramírez, quienes fueron superestrellas de los Medias Rojas de Boston.
Ahora en los Gigantes de San Francisco, Devers debe buscar asesoría y ayuda psicológica, para evitar que los problemas que confrontó en los últimos meses en Boston, se repitan, porque de no tratarse es seguro que podrían afectar su rendimiento actual y futuro.
El seleccionado nacional de fútbol, aunque perdió 3-2 contra el seleccionado de México, en el marco de la Copa Oro, su desempeño fue excelente, tanto así que hasta los propios mexicanos se veían como perdedores…
Todo apunta a que muy pronto, el malecón de Santo Domingo podría transformarse en una especie de parque olímpico con las instalaciones que anunciará hoy por la mañana, la alcaldesa Carolina Mejía, un evento que encabezará el presidente Luis Abinader.
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