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Madrid (EFE).- El verano de 2024 ha sido el sexto más mortífero desde 2015: 2.020 personas, el 90% con más de 75 años, fallecieron por complicaciones asociadas a las altas temperaturas, el 60% de ellas en agosto; de todas, 17 perdieron la vida directamente por un golpe de calor.
Así lo manifiesta el informe final de evaluación del “Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud 2024” del Ministerio de Sanidad, que se pone en marcha cada año desde 2004 para paliar el impacto del exceso de temperatura en la salud de la población.
El año pasado hubo un total de 179 días con alguno de los tres niveles de riesgo para la salud activos (bajo o amarillo, moderado o naranja, y máximo o rojo).
Específicamente en los meses de verano, se activaron 2.897 avisos amarillos; 859 por el moderado o naranja y 501 rojos, siendo el Litoral sur de Valencia, el Centro de Huesca y la Ribera del Ebro de Navarra las zonas meteosalud con mayor número de avisos. El centro de Huesca fue, igualmente, la que más alertas rojas contabilizó.
Durante el verano de 2024 se produjeron dos periodos de calor, uno a finales de julio y otro a comienzos del mes siguiente. Las olas de calor fueron seguidas de un incremento en las defunciones atribuibles a altas temperaturas, llegando a sumar un total de 2.020, más del 60% en el mes de agosto.
Por consiguiente, el año pasado fue el sexto verano más letal; el primero sigue siendo el de 2022 (4.789 defunciones achacables a las olas de calor), seguido del 2023 (3.035).
La gran mayoría de muertes se concentraron en los mayores de 75 años (1.785), de los cuales 1.340 tenían más de 85.
El impacto también fue bastante desigual geográficamente; las comunidades con mayor Razón de Mortalidad Estandarizada (RME, un indicador estadístico que sirve para medir si se han producido más muertes de las que se esperaban) fueron La Rioja, Galicia y Cantabria, y las que menos, Murcia, Baleares y Canarias.
Por provincias, encabezaron la tabla Palencia, Toledo, Alicante y Segovia; en el otro extremo, Cádiz, Sevilla, Córdoba, Jaén, Badajoz, Murcia, Valencia y León.
El informe también incluye información sobre muertes específicas o directas, las producidas por golpe de calor.
Los servicios sanitarios de las comunidades notificaron al Ministerio un total de 17 fallecimientos por esta causa, lo que supone un descenso respecto a años anteriores (24 en 2023, 20 en 2022, 5 en 2021 y 6 en 2020). La edad promedio de los fallecidos era de 68 años y la mediana de 76 años; por sexos, ellos representaron el 76%.
De ellos, 7 se produjeron en Andalucía; 3 en Extremadura; 2 en Castilla y León; y 1 en Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra y Comunidad Valenciana.
En 7 de las víctimas se confirmó un factor de riesgo individual, 8 presentaban dos y en uno no existían. Los más comunes fueron enfermedades mentales (5), enfermedades cardiovasculares (5), consumo de alcohol y/u otras drogas (4), tratamientos médicos (2), enfermedades crónicas (2), respiratorias (2) y trastorno de la memoria (1).
Además, en seis de los casos concurría un factor de riesgo ambiental o social, en cinco derivados de la exposición al calor por actividades deportivas o de ocio, en 4 casos no existía factor de riesgo relacionado y en 1 se dio un factor laboral.
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