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París, EFE. La OCDE ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la economía estadounidense, situándolas en el 1,6 % este año y en el 1,5 % para 2026. Esto implica descensos de ocho y seis décimas, respectivamente, en comparación con lo que anticipaba en diciembre, antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
En su informe semestral de Perspectivas, publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también corrige sus cifras de manera considerable respecto al documento interino que presentó a mediados de marzo. En ese momento, todavía esperaba que el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos aumentara un 2,2 % en 2025 y un 1,6 % en 2026.
Aunque por razones diplomáticas no mencione expresamente a Trump, el análisis de la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense y de sus constantes cambios en una aparente estrategia para desconcertar a sus rivales y forzarlos a ceder, es devastador.
“El fuerte incremento de los tipos efectivos de los aranceles a las importaciones en Estados Unidos y el elevado nivel de la intervención pública debilitarán el consumo de los hogares y la inversión empresarial”, afirma el informe.
Aumento arancelario “sin precedentes”
La OCDE recalca el carácter “sin precedentes” de esa subida de los aranceles, que han pasado de alrededor del 2,5 % al inicio del segundo mandato del actual presidente, el 20 de enero, a casi el 16 % de media a mediados de mayo (utilizado como referencia para las proyecciones). Esto no había sucedido en más de 80 años.
Una de las primeras vías por las que esos aranceles ya están afectando a la economía de los ciudadanos y las empresas es la inflación, que solo por este motivo experimentó un repunte de tres décimas en marzo y que se ha ido amplificando desde entonces.
Los autores del informe resaltan que Estados Unidos será una excepción dentro del G20 en la evolución de la inflación. En lugar de disminuir este año, se espera un aumento hasta el 3,9 % para finales de 2025 (3,2 % de media anual), y en 2026 seguirá por encima del objetivo (2,8 % de media).
Teniendo en cuenta que alrededor del 10 % de la cesta de la compra del consumidor estadounidense está compuesta directa o indirectamente por productos importados, calculan que si los minoristas se limitan a trasladar los costos adicionales de los aranceles conocidos hasta mediados de mayo, el impacto en los precios al consumo sería de 1,4 puntos porcentuales.
Pero si esos vendedores quieren mantener los mismos márgenes que antes, el incremento podría llegar a los 2,2 puntos.
El déficit público, otro problema destacado
Otro de los problemas económicos señalados por la OCDE en Estados Unidos es el del déficit público, que si bien se ha mantenido en torno al 7,5 % del PIB en los dos últimos años y se mantendrá a ese nivel en 2025, subirá hasta el 8,1 % en 2026. En ese momento, la deuda superará el umbral simbólico del 100 % del PIB al final de ese ejercicio.
Si bien reconoce que los ingresos por los nuevos aranceles y el menor gasto debido a la reducción de la plantilla de funcionarios permitirán disminuirlo algo, la OCDE subraya que este efecto quedará ampliamente anulado por la ralentización de los ingresos en paralelo al crecimiento y por la prolongación de las rebajas fiscales.
En este nuevo contexto inflacionario, la reducción de los tipos de interés que había comenzado en el tercer trimestre de 2024 y que Trump ha insistido en solicitar a la Reserva Federal, no será posible este año. Se prevé que ocurra solo el próximo ejercicio. Si se dan las condiciones, el tipo director podría situarse entre el 3,5-3,25 %.
Con este escenario, el mensaje dirigido a su Administración es claro y contundente: “Es indispensable resolver las tensiones comerciales y reducir la incertidumbre causada por la acción pública”. Pero la OCDE no se detiene ahí. También lanza varios dardos a otras políticas polémicas del presidente estadounidense, como la de recorte drástico de funcionarios y servicios federales, de la que hasta la semana pasada se encargaba el magnate Elon Musk.
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