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El descuido y el tácito olvido ponen en peligro la subsistencia de las opulentas casonas de Trujillo

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En la provincia San Cristóbal se encuentran parte de las residencias del hombre que durante 31 años gobernó a República Dominicana con mano de hierro.

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Tres de estas construcciones arrastran años de deterioro, abandono y desidia. La Casa de Caoba es una de ellas.

En la provincia San Cristóbal se encuentran parte de las residencias del hombre que durante 31 años gobernó a República Dominicana con mano de hierro.

Hoy día, 64 años después de su ajusticiamiento, el 30 de mayo de 1961, las residencias del tirano Rafael Leónidas Trujillo han pasado de ser de las más lujosas de la época a espacios repletos de basura y abandonados.

En reseñas periodísticas se establece los años de construcción de sus residencias, entre estas la Hacienda María o Casa Blanca, el Castillo del Cerro, la Casa de Caoba, la Casa de Marfil, y la hoy Catedral Nuestra Señora de la Consolación.

**Casa de Caoba**

Tres de estas edificaciones cargan consigo años de deterioro, abandono y descuido. La Casa de Caoba es una de ellas. Es una vivienda de tres niveles construida en 1940, desde donde el tirano observaba gran parte de la ciudad, que tenía una vista maravillosa.

Actualmente, su fachada es un espacio abierto dividido en columnas. En el primer nivel, una pintura azul cubre el cemento y, en algunas partes, sobre esta una más azul oscura cubre unos escritos insinuando borrones y la zona del terreno está protegida con mallas ciclónicas.

Un perro negro hizo morada allí y muchas personas visitan el lugar con frecuencia, dejando desperdicios de consumos, como envases de jugo y agua, galones de cloro, enseres de plástico y hasta aparatos de vehículos.

Algunas paredes de la Casa de Caoba están pintadas de rosa, el suelo saturado de polvo, muchas de sus losetas despegadas y la madera luce gastada. Es una casa oscura que solo la luz del día permite visualizar al detalle lo que guarda dentro.

La gente que va allí deja sus huellas en escrituras de sus nombres. Los agujeros en el techo evidencian su mal estado. Ya no hay ventanas, solo huecos en las paredes.

En lo que era una cocina ahora hay una pequeña estufa empolvada y rota. En la parte trasera hay escaleras que llevan a lo que parecía ser un parque, con asientos de cemento que las plantas han envuelto con sus ramas.

La posibilidad de que esta vivienda sea convertida en un museo ha estado en la palestra pública en varias ocasiones. Lo más reciente fue en 2022, cuando se anunció que esta infraestructura sería sometida a un remozamiento. Esto fue anunciado por el exalcalde José.

Montás había dicho que los trabajos fueron iniciados, pero del tema no se ha vuelto a hablar, a pesar de haber recibido el respaldo del presidente Luis Abinader y de la familia Trujillo.

Ante una maravillosa vista a playa Najayo está la Casa de la Playa, también conocida como Casa de Marfil. Los desechos de comida, botellas, vidrios, cajas de cigarrillos y las heces de humanos evidencian su olvido. En este lugar el mar se aprecia desde cualquier ventana descubierta y sin protección.

Edificada con tres niveles, está dividida en dos espacios. Una parte de esta demuestra que hace un tiempo fue pintada de verde, para fungir de “Destacadamente Playa Najayo E.R.D”. Actualmente, las plantas han crecido dentro del hogar y sus columnas están en críticas condiciones. Las varillas se han roto, las paredes están hendidas y el techo lleno de orificios.

Aquellos que van al lugar también dejan sus escritos en las paredes deterioradas. Así se leen frases como “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, y “…la estamos repitiendo?”.

Con su hermosa vista al mar Caribe y a San Cristóbal, este antiguo espacio era uno donde “El generalísimo” iba a relajarse, pero ahora ha pasado de espacio relajante a un basurero frente al mar.

**Hacienda María**

Con una extensa vista al mar, pero destruida por dentro, es lo que queda de la Hacienda María, una residencia querida por Trujillo, donde tenía su campo de golf, justo al lado. Hoy en día está lleno de hierba y difícil de diferenciar.

Al igual que en las demás casas, curiosos visitan la hacienda. Durante la última visita de reporteros de este diario, un hombre salió desde la parte trasera, se sentó en uno de los muros y miraba su celular mientras fumaba.

El historiador Manuel Núñez relató una vez a Listín Diario que para el dictador esta era una vivienda familiar y que el nombre fue en honor a su esposa, María Martínez de Trujillo.

De este nido familiar lo que queda son ventanas destruidas, su suelo evidencia en algunas partes hoyos que fueron cavados, puertas cubiertas con hojas de zinc y algunas bloqueadas con alambres de púas.

Donde se ubica el campo de golf, justo al lado e intacto, está el mural que rinde homenaje a seis de los hombres que participaron en el ajusticiamiento aquel 30 de mayo. Las caras de Manuel Cáceres, Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda, Salvador Estella, Roberto Pastoriza y Modesto Díaz.

Sus rostros encorbatados y pintados de blanco están acompañados del escudo de la bandera dominicana. Hombres que murieron a manos de Ramfis Trujillo, hijo del tirano.

Esta propiedad, según archivos periodísticos, fue cedida al Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia) para una remodelación, pero años después, está deshabitada y olvidada.

**Castillo del Cerro**

De estas edificaciones, la única que aparenta un buen estado es el Castillo del Cerro, ubicado en la prolongación Luperón de dicha provincia. Construida en 1947, funge como un museo que atrae a decenas de visitantes ansiosos por conocer la historia.

Desde el castillo se puede observar gran parte de San Cristóbal y hasta zonas de Santo Domingo. A pesar de ser una edificación de varios niveles, con un hermoso diseño en su interior y gran espacio a su alrededor, a Trujillo no le gustó la construcción, algunas de las razones fueron a causa de la decoración.

El Castillo del Cerro recibió una remodelación hace unos años y en la actualidad permanece protegido por militares y funge como Escuela Nacional Penitenciaria de la Procuraduría General de la República.

Para conocer de la edificación las visitas, se aceptan solo de lunes a viernes en horarios de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Esta es la única residencia que, a pesar de recibir remodelaciones, se mantiene en buenas condiciones.

La historia de las casas de Rafael Leónidas Trujillo no se mantiene en estas viviendas, muchos han sido los rumores de la gente de que el tirano tenía residencias en varios puntos del país.

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