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Santo Domingo.- Cada 22 de junio, las redes sociales se colman de publicaciones que aluden a una efeméride poco común y cargada de controversia: el Día Mundial de las Mujeres sin Ropa Interior, popularmente conocido como No Panty Day.
Aunque no cuenta con respaldo oficial ni figura en calendarios internacionales, este día se ha hecho viral por internet, entre memes, selfies, debates sobre libertad femenina y cuestionamientos morales.
El origen preciso de esta efeméride es incierto, aunque se relaciona con movimientos contraculturales de las últimas décadas, en los que se cuestionaban los estándares sociales sobre la vestimenta y la sexualización del cuerpo femenino.
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Con el auge de las redes sociales, especialmente desde mediados de los años 2000, el No Panty Day fue ganando notoriedad como una jornada de desinhibición, empoderamiento y, para algunas marcas, incluso como pretexto para campañas publicitarias provocadoras.
Sin embargo, lo que para algunos es una celebración lúdica o irreverente, para otros es una oportunidad para reflexionar sobre temas más profundos como la autonomía corporal, la presión estética sobre las mujeres, y la necesidad de reconsiderar los códigos culturales impuestos sobre la ropa íntima.
“El hecho de que esta fecha se viralice cada año tiene más que ver con la cosificación del cuerpo femenino que con una genuina reivindicación de derechos”, explica la socióloga Ruth Delgado. “Pero eso no impide que también pueda resignificarse como un espacio simbólico de libertad y elección”.
En plataformas como TikTok o X (antes Twitter), muchas usuarias aprovechan el 22 de junio para bromear sobre el calor, el estilo de ropa veraniega o simplemente para unirse a la tendencia, mientras otras critican el enfoque superficial con el que se aborda la efeméride.
Algunas feministas incluso lo vinculan a la reapropiación del cuerpo, como un acto diario de resistencia ante la mirada patriarcal.
Si bien no es una conmemoración oficial, el No Panty Day pone sobre la mesa un tema que va más allá de una simple prenda de vestir.
Se trata de una conversación cultural y social en torno a la libertad de las mujeres para decidir cómo vestir, sin prejuicios ni imposiciones, en un mundo donde lo íntimo aún se politiza.
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