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La mañana del 23 de mayo, un individuo sin calzado corrió hacia un agente de policía cerca de las calles Mulberry y Prince, en el barrio del Soho al sur de Manhattan.
Un nuevo thriller policial sacude a Nueva York: el encuentro entre el “cripto rey” de Kentucky, su socio de gran envergadura y un empresario italiano que presuntamente fue secuestrado y torturado para, al parecer, robarle millones de dólares en bitcoins.
La mañana del 23 de mayo, un hombre descalzo se acercó corriendo a un agente de policía cerca de las calles Mulberry y Prince, en el barrio del Soho del sur de Manhattan.
Le relató al policía que acababa de escapar de una mansión lujosa donde estuvo retenido durante 17 días por dos individuos.
La policía acudió al lugar y arrestó a John Woeltz, de 37 años, el “cripto rey de Kentucky”, según la prensa local, quien ha sido acusado de “secuestro, posesión criminal de armas, agresión y detención ilegal”. Su cómplice, de 24 años, también fue detenido, pero no acusado formalmente.
Un segundo hombre, William Duplessie, de 33 años, de Miami y fundador de la start-up Pangea Blockchain International, sospechoso de los mismos delitos, se entregó el martes y compareció ante el tribunal el viernes vistiendo el uniforme de presidiario.
Según los detalles de la acusación, la presunta víctima, el empresario italiano de criptomonedas Michael Valentino Teofrasto Carturan fue a la residencia alquilada por John Woeltz -por la que según la prensa pagaba unos 30,000 dólares mensuales– tras llegar desde Italia el 6 de mayo.
Allí, Woeltz y Duplessie le confiscaron sus dispositivos electrónicos y su pasaporte y le exigieron las contraseñas de su cuenta de bitcoins, según la policía.
Cuando se negó, los dos hombres lo torturaron, golpeándolo con un rifle, apuntándole con el arma a la cara, le drogaron y lo llevaron a la 5ª planta del edificio donde lo amenazaron con lanzarlo al vacío, según la acusación.
Woeltz “es un hombre de 37 años que nunca ha sido arrestado, no tiene antecedentes penales, tiene un título universitario en filosofía y ha tenido mucho éxito en el sector tecnológico”, dijo su abogado Wayne Ervin Gosnell durante una audiencia el jueves en un tribunal de Nueva York.
La defensa ha solicitado para Woeltz la libertad bajo fianza a cambio de una garantía de dos millones de dólares y el compromiso de que no saldrá del Estado de Nueva York.
Ambos se han declarado inocentes. De ser hallados culpables del cargo principal de secuestro podrían recibir una pena de entre 25 años y cadena perpetua.
“Contrariamente a lo que se ha informado, Woeltz no tiene un jet privado ni un helicóptero”, afirmó su abogado.
Pero según el New York Post y el sitio web especializado TMZ, que publicaron imágenes de los dos sospechosos en el club nocturno neoyorquino “The Box”, tenían un estilo de vida opulento.
En los últimos meses, los casos de secuestros o intentos de secuestro en el mundo de las criptomonedas se han multiplicado a nivel mundial en un contexto de precios disparados, especialmente del bitcoin, que ha alcanzado máximos históricos.
Para Adam Healy, presidente de Station70, una empresa especializada en la protección de criptomonedas, estos ataques no son nada nuevo.
“Lo que aumenta es su frecuencia y su brutalidad”, explica a la AFP.
“Antes, si querías secuestrar a alguien con un patrimonio importante y, por ejemplo, extraer 10 millones de dólares de su cuenta, era muy complicado. No podías ir al banco y simplemente retirar el dinero. Con las criptomonedas, basta con obtener un nombre de usuario y una contraseña”, dice.
El velo podría ser descorrido a medida que el proceso judicial avance y se analice el contenido de los teléfonos y ordenadores de los sospechosos, así como los mensajes intercambiados con su presunta víctima.
Pero por el momento, “hay tantos elementos extraños en este caso, que es como si 1+1 no fuera igual a 2”, dice Healy.
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