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Lo que está haciendo Aaron Judge en este momento es ridículo, e incluso sus propios compañeros lo saben. Un día después de conectar un cuadrangular monumental de 469 pies a un territorio desconocido sobre el techo del Salón de la Fama de los Reales, Judge disparó su 25to jonrón con un batazo en línea hacia el jardín derecho-central en la victoria de los Yankees 6-3 la noche del miércoles en el Kauffman Stadium. Judge está a un vuelacercas de empatar a Cal Raleigh, de los Marineros, como líder de las Grandes Ligas.
El más reciente bambinazo llegó con dos strikes — su quinto jonrón con cuenta de dos strikes en lo que va de temporada — y recorrió una distancia proyectada por Statcast de 413 pies, apenas suficiente para superar las profundas cercas de “The K”. La bola salió del bate a una velocidad de 108.8 mph y estuvo en el aire por solo 4.8 segundos.
Judge batea para .394, el mejor promedio de MLB, y lidera las Grandes Ligas en porcentaje de embasarse (.490), slugging (.779), hits (98) y OPS (1.269). Se ha volado la cerca en tres juegos consecutivos y se ha embasado en 54 juegos seguidos como visitante, igualando la cuarta racha más larga de ese tipo en la historia de los Yankees, solo por detrás de Babe Ruth (62), Derek Jeter (60, 54) y Lou Gehrig (60).
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“Creo que esto ya se está descontrolando”, comentó el abridor Clarke Schmidt, quien lanzó seis entradas en blanco para acreditarse el triunfo. “Cada vez que se para en la caja de bateo, está listo para hacer daño. Obviamente, el promedio habla por sí solo. Si no es un jonrón, probablemente es un hit. Es realmente asombroso lo que está logrando”.
Ya es la 16ta vez en su carrera de 10 años en las Grandes Ligas que Judge conecta jonrón en tres juegos consecutivos, y la primera desde el 21 al 26 de septiembre del año pasado, cuando empató su récord personal de cinco juegos seguidos con vuelacercas.
Judge, quien también recibió una base por bolas el miércoles, se convirtió en apenas el tercer jugador desde al menos 1901 en embasarse múltiples veces en 51 de los primeros 66 juegos de su equipo, hazaña que también lograron Ruth (52 en 1924 y 1927; 51 en 1923) y Gehrig (51 en 1936).
Tras la victoria del martes — y un jonrón de Judge tan descomunal que el dirigente Aaron Boone dijo que se incorporó solo para asegurarse de admirar todo su recorrido — Boone bromeó diciendo que ya era hora de subir a Judge a otra liga.
Si existiera una, tal vez ni siquiera eso bastaría para detenerlo ahora mismo.
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