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El relato desgarrador de Zulinka sobre la tragedia en Jet Set

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Luego entendí que era parte del techo que se estaba cayendo sobre los plafones.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Santo Domingo.- Los relatos de Zulinka Pérez y su esposo, Miguel Báez Polanco, hija, yerno y cantantes de la orquesta de Rubby Pérez, detallan lo vivido en la fatídica noche en que el techo de la discoteca Jet Set se derrumbó.

Zulinka contó que al principio, el evento estaba pautado para el 14 de abril, pero su padre solicitó adelantarlo al día 7 debido a compromisos familiares fuera del país.

Confesó que no quería actuar en el Jet Set, pues sentía que el lugar tenía “un ambiente muy pesado y vibraciones negativas”. No obstante, accedió a cantar en lo que sería uno de los últimos homenajes a su padre.

El relato forma parte del expediente con el que el Ministerio Público pide prisión preventiva contra los dueños de la discoteca, Antonio y Maribel Espaillat, acusados de homicidio involuntario tras el derrumbe ocurrido el pasado 7 de abril.

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“Alrededor de las 11:20 de la noche llegamos al Jet Set. Había un buen ambiente, por la gente. El lugar estaba lleno”, relató.

Por costumbre, interpreta la canción De Color de Rosa, pero debido a una reciente cirugía, le pidió a su padre que la apoyara con la interpretación: “No podía alcanzar tonos altos”.

Mientras el público coreaba la canción, Zulinka notó algo raro. “Vi a personas discutiendo o señalando algo. Luego entendí que era parte del techo que se estaba cayendo sobre los plafones. Se vino abajo. Hubo un estruendo muy fuerte, como una onda expansiva”, narró.

Intentó salir por una puerta detrás de la tarima, pero tenía pestillo. “La gente logró abrirla golpeándola con fuerza”.

En medio del caos, Zulinka perdió a su padre, a su amiga Clara Beerg y a un miembro de la banda.

Ella sufrió golpes en la cabeza, moretones y heridas en tobillos y pies. Su esposo también resultó herido. “Hasta la fecha, nadie de los dueños del Jet Set se ha puesto en contacto conmigo”, afirmó.

Aún enfrenta traumas físicos y psicológicos.

Por su parte, Miguel Báez Polanco contó que la fiesta empezó con normalidad y el local estaba a reventar. Sin embargo, durante la presentación, Zulinka le advirtió que algo pasaba entre el público.

“Me dijo que parecía que había un problema, que estaban discutiendo. Rubby miraba hacia ese lugar mientras cantaba”.

Miguel observó que “le caían cenizas del techo” y pensó que era por el sonido, pero se trataba del colapso inminente de la estructura. Instantes después, el techo se vino abajo.

“Todo quedó a oscuras. Una de mis piernas quedó atrapada. No podía respirar por un golpe en la espalda”.

Le dijo a su esposa que saliera por una puerta cerca de los instrumentos. Aunque estaba cerrada, lograron abrirla a la fuerza.

Minutos después, logró liberarse y descubrió que tenía el pie roto. Fue trasladado a la Clínica Independencia.

“Ese día fallecieron mi suegro, Rubby Pérez, y Luis Solís, otro músico de la banda”.

Ambos testimonios respaldan la acusación del Ministerio Público sobre las presuntas negligencias de los dueños del Jet Set, quienes, a pesar de múltiples advertencias sobre el deterioro estructural del local, no habrían tomado las medidas necesarias para evitar la tragedia.

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