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— Estados Unidos ha intervenido formalmente en el conflicto entre Israel e Irán. Mediante una operación nocturna, bombarderos B-2 estadounidenses atacaron tres emplazamientos nucleares iraníes: Fordo, Natanz e Isfahán. El presidente Donald Trump validó el ataque en su red social Truth, describiéndolo como “exitoso” y afirmando que todas las aeronaves ya habían regresado “fuera del espacio aéreo iraní”.
Las instalaciones atacadas — dos de ellas subterráneas y sumamente protegidas — son cruciales para el programa nuclear iraní. De acuerdo con The New York Times, se utilizaron bombas antibúnker de 13.600 kilos, ideadas especialmente para penetrar estructuras como las de Fordo. El País reportó que los bombarderos despegaron desde Misuri con rumbo al Pacífico.
La reacción no se hizo esperar. Irán lanzó una nueva salva de misiles contra Tel Aviv y otras urbes israelíes. Simultáneamente, Israel bombardeó más infraestructuras nucleares iraníes. Las autoridades iraníes informan de un mínimo de 430 fallecidos desde el inicio de los ataques. En Israel, al menos 24 personas han perdido la vida.
El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, alertó que la injerencia estadounidense “será muy, muy peligrosa para todos”. A su vez, los hutíes de Yemen amenazan con atacar navíos de EE. UU. si persisten las hostilidades.
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