Tecnologia

¿Estaremos a salvo en un mundo hiperconectado?

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Si la quinta generación de tecnología celular inalámbrica (5G), ya operativa, ofrece un aumento y una mejora notables en las velocidades de carga y descarga, la consistencia, la capacidad, la eficacia y la fiabilidad de las conexiones, en comparación con las redes anteriores, la sexta generación (6G), actualmente en desarrollo, promete generar una transformación aún más radical.

“El avance hacia el 6G está planteando una revolución en la conectividad global y llevando la interconexión de dispositivos a niveles sin precedentes”, según explica Gema Ruiz, responsable de innovación en la firma de ingeniería de ‘software’ Softtek (www.softtek.com).

Esta especialista destaca que, “ante la integración de billones de dispositivos electrónicos en tiempo real” (al instante), mediante esta tecnología emergente “las redes de comunicación serán más rápidas, eficientes y expansivas”.

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Aun así, “este progreso tecnológico viene acompañado de una serie de desafíos, especialmente en el ámbito de la ciberseguridad”, advierte.

“El avance hacia el 6G traerá enormes beneficios en la conectividad, pero es fundamental que las empresas y gobiernos trabajen conjuntamente para garantizar una protección robusta de los sistemas informáticos, programas, dispositivos, datos, activos digitales y personas, frente a los ciberataques y amenazas que pueda plantear esta nueva tecnología, según Ruiz,

“Debemos estar preparados para desarrollar y aplicar soluciones de seguridad que no solo se adapten a un mundo ultra conectado, sino que evolucionen junto con esta nueva era tecnológica”, enfatiza.

A medida que el mundo se aproxima al lanzamiento comercial del 6G, previsto para 2030, la creciente complejidad de las infraestructuras y la proliferación de puntos de acceso, incrementan las ciberamenazas, como consecuencia del aumento de la ‘superficie de ataque’, es decir el conjunto de puntos de entrada, vías y vulnerabilidades que un atacante puede explotar para acceder a un sistema o red, según Softtek.

Señalan que la sexta generación de conectividad móvil busca reducir aún más la latencia (retraso de milisegundos en la comunicación de datos a través de una red), en las conexiones e incrementar la velocidad de transmisión.

Softtek prevé que el 6G permitirá utilizar hologramas interactivos (imágenes tridimensionales proyectadas en el aire con las que se podrá interactuar) y la Internet sensorial (la navegación por la Red permitirá también oler, saborear y tocar a distancias, a través de dispositivos especiales).

Gracias a que los sistemas estarán conectados entre sí, el 6G también posibilitará la automatización avanzada (aplicación de inteligencia artificial, aprendizaje automático y robots para automatizar procesos) y las ciudades inteligentes (zonas en las que se utilizarán tecnologías digitales y se recopilarán datos a gran escala para mejorar la eficiencia y la calidad de vida), adelantan.

Los especialistas de Softtek han identificado cinco desafíos principales para la protección de las infraestructuras digitales, que planteará la llegada del 6G que requerirán soluciones innovadoras y nuevos estándares globales para asegurar un entorno digital seguro.

Las organizaciones y compañías deberán investigar nuevas tecnologías e invertir en infraestructura, capacitación y desarrollo de otros modelos de negocio, para asegurar la privacidad y tener una ventaja competitiva en un mundo ultraconectado, aseguran.

“La interconexión de cada vez más dispositivos está multiplicando los puntos de acceso, que los ciberdelincuentes pueden explotar para lanzar sus ataques” según estos expertos. Aumentarán los riesgos en las infraestructuras críticas. Algunos sectores, vitales para garantizar la estabilidad y seguridad globales, como la salud, el transporte y la energía, pueden verse aún más expuestos a ciberamenazas como consecuencia de su dependencia de redes conectadas.

La computación cuántica, que según el reporte de Softtek ‘2025 Digital Trends’ (www.softtek.com/es/digital-trends-2025) está emergiendo como la próxima gran revolución tecnológica, podría debilitar los sistemas de cifrado actuales, convirtiéndose en un desafío crucial en la protección de datos confidenciales.

Las redes de telecomunicaciones serán menos seguras.

A raíz de la expansión de las redes 6G, se integrarán tanto infraestructuras terrestres como satelitales, en redes híbridas, lo cual aumentará la complejidad de las ciberamenazas, señalan.

A medida que los sistemas de la conectividad de sexta generación se desplieguen a nivel global, será esencial crear marcos regulatorios y estándares de seguridad internacionales para coordinar esfuerzos, evitar brechas en la protección de datos y garantizar que el diseño de las redes 6G se encamine a beneficiar a los usuarios finales y a ofrecer soluciones rentables para proveedores y operadores, concluye Softtek.

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